martes, 3 de junio de 2025

El lince ibérico supera los 2.400 ejemplares en 2024, un aumento del 19% respecto al año pasado

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Durante este año, los atropellos fueron responsables del 75% de las 214 muertes registradas, con un total de 162 linces muertos en carreteras, según el último censo disponible.

La población de lince ibérico (Lynx pardinus) continúa en crecimiento y alcanza los 2.401 ejemplares en 2024: 1.557 adultos o subadultos y 844 crías. La cifra representa un incremento del 19% con respecto al año anterior. El número de hembras reproductoras también creció y llegó a 470, 64 más que en 2023, acercándose así a las 750 necesarias para alcanzar un estado de conservación favorable.

Sin embargo, este avance sigue encontrando un obstáculo crítico en las carreteras. El informe, publicado hoy, advierte que las muertes no naturales continúan siendo altas. En 2024, de las 214 muertes registradas, 162 fueron por atropellos en vías de transporte.
Actualmente, la especie se reparte entre España, que alberga 2.047 linces (el 85%), y Portugal, con 354 (el 14%). El felino ya se reproduce en 17 zonas diferentes y hay poblaciones estables en Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y Murcia. Castilla-La Mancha lidera con 942 ejemplares, seguida por Andalucía con 836, concentrando entre ambas el 87% de la población. Las tres principales áreas de presencia están en Sierra Morena, en territorios compartidos por ambas comunidades.

En Extremadura, donde también existe una población estable, se han contado 254 linces. En Murcia, que recibió sus primeros ejemplares en 2023, ya hay 15 viviendo en la zona de Lorca. Todos estos datos han sido recopilados por el grupo de coordinación del lince ibérico y están supervisados por el Ministerio para la Transición Ecológica.
Este año, Castilla y León se sumó al programa de reintroducción, comenzando con la liberación de dos ejemplares en El Cerrato (Palencia), los primeros de un total de seis. Una encuesta previa mostró un respaldo del 93% a esta acción. Zamora, en cambio, quedó fuera por la falta de apoyo social. También hubo liberaciones en Cuenca, donde no hay registros previos de linces, según explica WWF.

El cambio climático y el deterioro de los ecosistemas del sur peninsular impulsan estas reintroducciones más al norte, ya que podrían convertirse en futuros refugios climáticos. Según WWF, esto cumple tres objetivos: ampliar la diversidad genética, aumentar el área de distribución y reforzar la resistencia de la especie frente a los efectos del cambio ambiental.
El programa de cría en cautividad ha sido clave. Desde 2011 se han liberado 403 linces en distintos puntos del país. La estrategia continúa con la apertura de nuevas zonas de conexión, tanto en otras comunidades como dentro de Andalucía y Castilla-La Mancha. En 2015, el lince dejó atrás la categoría de “peligro crítico” y pasó a estar “en peligro”. En 2023, la UICN volvió a reducir su grado de amenaza a “vulnerable”, reconociendo el avance de la especie, que ha pasado de 94 individuos en 2002 a los más de 2.400 actuales.

Pese a esta mejora, España aún no ha actualizado su legislación: el lince sigue figurando en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como “en peligro de extinción”. Las autoridades consideran que el animal sigue enfrentando amenazas graves y continúa siendo una prioridad en la agenda de conservación de la biodiversidad.

Fuente: https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2025-05-22/el-lince-alcanza-los-2400-ejemplares-en-2024-un-19-mas-que-el-ano-anterior.html

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