lunes, 16 de junio de 2025

Este es el electrodoméstico más contaminante, según un estudio científico.

Investigadores de la Universidad de Manchester analizaron su huella ambiental. Descubrieron que este aparato consume cerca de 9,4 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año en toda la Unión Europea.

En muchas cocinas hay aparatos que usamos todos los días para hacer más fácil la rutina. Pero uno de ellos, muy común, es también uno de los que más contamina el planeta, según la ciencia.

Hablamos del microondas. Este electrodoméstico, usado por su rapidez y eficiencia, también tiene un impacto ambiental considerable que no siempre se tiene en cuenta.

Por qué el microondas contamina más de lo que pensamos

El estudio de la Universidad de Manchester, titulado "Los microondas podrían ser tan perjudiciales como millones de autos", analizó su impacto en todas las etapas: desde su producción hasta su desecho final.

Los científicos evaluaron 12 factores, como el calentamiento global, la pérdida de recursos naturales y la toxicidad ambiental. Según los resultados, los microondas generan 7,7 millones de toneladas de CO al año en Europa, el equivalente a lo que emiten 6,8 millones de coches.

También se identificó que los mayores daños ocurren en tres fases: los materiales usados en su fabricación, el proceso industrial y el manejo de residuos. Solo la producción representa más del 20% del impacto ambiental total.

Además, estos aparatos consumen 9,4 TWh de energía al año en Europa, lo mismo que producirían tres plantas eléctricas a gas en ese tiempo.

La necesidad de un uso más responsable

Por eso, los expertos recomiendan concientizar a los consumidores y fomentar un uso más eficiente de los electrodomésticos, especialmente del microondas.

Cuidado: estos alimentos no deberían ir al microondas

El sitio especializado SuMedico.com advierte sobre ciertos alimentos que no deben calentarse en este aparato:

  • Huevos: podrían explotar por la acumulación de vapor interno.
  • Uvas: también podrían reventar por el calor intenso.
  • Verduras de hoja verde: al calentarse sin agua, pueden generar chispas y compuestos tóxicos.
  • Bolsas térmicas de semillas: riesgo de incendio por sobrecalentamiento.
  • Salsas de tomate: pueden explotar, ensuciar el microondas o dañarlo.


Fuente: https://www.clarin.com/internacional/electrodomestico-contamina-medioambiente-ciencia_0_lOrt20MQEG.html

 

El brillo peligroso del glitter: una amenaza ambiental en ascenso


 La purpurina, tan común en fiestas, maquillajes y decoraciones, esconde un problema ambiental grave que crece con el tiempo. Lo que parece un detalle festivo termina dispersándose en playas, ríos y océanos, afectando los ecosistemas.

Este material está hecho principalmente de plástico PET cubierto con capas metálicas, que no se biodegrada y se fragmenta en micro y nanoplásticos, volviéndose una fuente persistente de contaminación marina.

Investigaciones recientes muestran que la purpurina no es inerte: altera procesos naturales en el océano, promoviendo la formación anormal de minerales como el carbonato de calcio. Esto afecta directamente a especies marinas que necesitan estos minerales para sus conchas y esqueletos, desde corales hasta moluscos, poniendo en riesgo su supervivencia.


Más que un simple brillo: un impacto serio en la vida marina


La purpurina actúa como un soporte para la cristalización rápida, interfiriendo en la biomineralización vital para el océano. Estos cristales crecen en su superficie, causando que la purpurina se rompa en fragmentos más pequeños que entran en la cadena alimentaria marina, desde el plancton hasta peces grandes.

Este proceso no solo desequilibra la vida marina, sino también el ciclo químico del océano, que es clave para la regulación climática mundial. Si esta contaminación persiste, la función del océano en el ciclo del carbono podría verse comprometida.

Un peligro global oculto tras el brillo

El uso habitual de purpurina también representa riesgos para la salud humana, ya que sus partículas pueden ser inhaladas o entrar en contacto con mucosas, causando irritaciones o reacciones en personas sensibles, especialmente por su uso en cosméticos.

La presencia de microplásticos en la cadena alimentaria marina está documentada, pero la purpurina, por su composición y reactividad, es uno de los contaminantes más difíciles de controlar. Lo que parece inofensivo en una fiesta, puede tener efectos irreversibles bajo el agua.

Este problema resalta la urgencia de limitar el uso de materiales sintéticos contaminantes y fomentar alternativas biodegradables, no como una moda, sino como una necesidad ambiental.

Además, la purpurina se adhiere con facilidad a la ropa, piel y superficies, dificultando su control y limpieza en lugares públicos o privados, generando contaminación cruzada.

Por último, su eliminación implica costos elevados para la higiene y el tratamiento de aguas residuales, que terminan siendo cubiertos por instituciones públicas o privadas.


Fuente: https://www.canal26.com/planeta/la-purpurina-y-su-brillo-podrian-convertirse-en-una-nueva-amenaza-ecologica--426941

Qué es el “robo de viento” y por qué preocupa a la energía eólica marina


Con el rápido crecimiento de los parques eólicos marinos para alcanzar las metas de emisiones netas cero, un fenómeno llamado “robo de viento” está generando cada vez más atención. Este ocurre cuando los parques eólicos ubicados en proximidad reducen la velocidad del viento disponible entre ellos, afectando la generación de energía.

El viento pierde velocidad al pasar por las turbinas, creando una “estela” de aire más lento detrás de cada instalación, lo que puede extenderse decenas o hasta más de 100 km en grandes parques, según Peter Baas, investigador de Whiffle (Países Bajos). Cuando un parque está a barlovento de otro, puede disminuir la producción del segundo hasta en un 10% o más.

Aunque se llama “robo de viento”, como explica el abogado noruego Eirik Finserås, el término es impreciso, pues nadie posee el viento. Sin embargo, el efecto genera disputas entre promotores y preocupa a gobiernos y empresas por el impacto económico y técnico.

La densidad y tamaño de los parques eólicos están aumentando, lo que intensifica el efecto estela. Por ejemplo, en el Mar del Norte, el auge eólico podría aumentar estas interferencias a medida que se instalan más turbinas cerca unas de otras. Un proyecto en Reino Unido busca modelar estas interacciones para 2030, cuando se espera triplicar la capacidad actual, según Pablo Ouro, de la Universidad de Manchester.

El crecimiento de las turbinas en altura y tamaño de aspas —que pueden superar los 100 metros— también puede alargar la estela y afectar más la producción, lo que requiere más estudios.

Desde una perspectiva regulatoria, el efecto estela podría causar disputas legales y dificultar la inversión, ya que pequeñas pérdidas en la producción pueden hacer que un proyecto deje de ser rentable. Además, existe el riesgo de una “carrera hacia el agua”, en la que países aceleran la construcción para asegurar las mejores ubicaciones, lo que podría afectar la planificación ambiental.

Finserås señala que el Mar del Norte y el Báltico serán zonas clave para estos desafíos, y recomienda cooperación entre países para gestionar el recurso eólico compartido con reglas claras, como sucede con otros recursos marinos.

En Europa, la rápida expansión eólica obliga a buscar soluciones conjuntas para evitar conflictos y asegurar la transición energética. Otros países como China también enfrentan el problema.

Ouro concluye: “Necesitamos entender mejor estos efectos y avanzar en modelos confiables para lograr la energía eólica marina que el mundo requiere para alcanzar el cero neto.”

Por qué los océanos se están oscureciendo (y qué consecuencias puede tener para humanos y animales)


 Más del 20% de la superficie oceánica mundial ha experimentado un oscurecimiento en las últimas dos décadas, disminuyendo las zonas iluminadas que son esenciales para la vida marina, según un estudio de la Universidad de Plymouth, Reino Unido.

Este fenómeno, llamado "oscurecimiento oceánico", se produce cuando cambios en la capa superficial del mar reducen la profundidad que alcanza la luz solar.

La investigación, publicada en Global Change Biology, es el primer análisis global sobre las variaciones a largo plazo de la zona fótica oceánica, la capa superior iluminada que sostiene más del 90% de la vida marina y regula procesos clave como la producción de oxígeno y el ciclo del carbono.

El estudio encontró que el 21% del océano global —más de 75 millones de km²— se ha oscurecido entre 2003 y 2022.

Entre las posibles causas están variaciones en la floración de algas, cambios en la temperatura superficial del mar y la contaminación lumínica, según los científicos.

Más del 9% del océano, con una extensión comparable a África, registró una reducción de luz mayor a 50 metros.

Un 2.6% adicional sufrió una caída de más de 100 metros, apuntó el informe.

"El océano es mucho más variable de lo que se piensa", explicó Tim Smyth, jefe de Ciencias de Biogeoquímica Marina en Plymouth.

"Sabemos que la luz en la columna de agua cambia mucho durante el día, y que los animales que dependen de ella son muy sensibles a estos cambios", añadió.

Las causas del oscurecimiento varían según la zona, señalan los expertos.

En áreas costeras, la mayor lluvia, escorrentía agrícola y sedimentos juegan un papel, mientras que en mar abierto, la floración de algas y el aumento de la temperatura superficial limitan la luz.

Impactos relevantes

Aunque no se conocen todos los efectos exactos, los científicos advierten que muchas especies marinas y servicios ecosistémicos globales pueden verse afectados.

Thomas Davies, profesor de Conservación Marina y autor principal, señaló: "Se ha estudiado el cambio de color del océano en 20 años, posiblemente por variaciones en comunidades de plancton".

"Nuestros datos muestran que esto provoca un oscurecimiento general que reduce el hábitat luminoso necesario para la supervivencia y reproducción de animales que dependen de la luz solar y lunar".

Las mayores disminuciones se observaron en la Corriente del Golfo, zonas polares y mares costeros cerrados como el Báltico, áreas que ya enfrentan rápidos cambios por el clima.

Davies advirtió que este oscurecimiento podría afectar la calidad del aire, la pesca y la capacidad del planeta para frenar el cambio climático.

"Estos hallazgos son realmente preocupantes", dijo.

Smyth añadió que algunos animales marinos podrían verse forzados a acercarse más a la superficie.

"Si la zona fótica se reduce unos 50 metros en grandes áreas, estas especies competirán por comida y recursos cerca de la superficie", explicó.

"Esto puede provocar cambios profundos en el ecosistema marino”.

¿Cómo ha logrado China reducir sus emisiones de carbono, siendo el mayor emisor del planeta?


Desde hace algún tiempo, especialistas en cambio climático venían anticipando que las emisiones de dióxido de carbono (CO) de China —el principal emisor del mundo— habían alcanzado su punto más alto y comenzaban a disminuir. Un nuevo reporte del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Finlandia, confirma esta tendencia.

El informe, publicado por el sitio Carbon Brief, muestra que en el primer trimestre de 2025, las emisiones de CO en China se redujeron un 1.6 % respecto al mismo periodo de 2024. Ya en agosto de 2024, otro estudio del Instituto de Políticas de la Sociedad Asiática (ASPI) reportó una caída del 1 % en las emisiones del segundo trimestre del año, comparadas con las de 2023.

Ambos análisis coinciden en que esta disminución se debe al auge de las energías renovables en el país, lo que podría marcar el fin del crecimiento sostenido de las emisiones chinas, que comenzó hace décadas. Hasta ahora, las reducciones solo se habían producido durante situaciones extraordinarias, como la pandemia de covid-19, que frenó la actividad económica.

Si esta tendencia a la baja se mantiene, podría representar un giro decisivo para el futuro climático global, considerando el papel central de China en el aumento de las emisiones desde principios del siglo XXI.

Una trayectoria de crecimiento acelerado

Hace medio siglo, China aportaba menos del 7 % a las emisiones globales. Hoy, su participación ronda el 30 %. Su acelerado crecimiento económico, impulsado por el uso intensivo del carbón, la llevó a superar en emisiones a todos los países desarrollados combinados en 2019.

A medida que China incrementaba su huella de carbono, otras potencias como Estados Unidos y la Unión Europea empezaban a reducir la suya, gracias al abandono del carbón y a una transformación industrial menos contaminante.

China argumentó durante años que su crecimiento seguía el patrón de los países industrializados, quienes también aumentaron sus emisiones en su camino al desarrollo. Sin embargo, la realidad es que China fue el principal responsable del incremento global de emisiones en la última década.

Lauri Myllyvirta, autor del estudio del CREA, señala: “Sin China, las emisiones globales se habrían estabilizado hace diez años”.

Renovables, la clave del cambio

Según Myllyvirta, el cambio se debe en gran parte al rápido despliegue de energías limpias, especialmente solar y eólica, a lo largo del país. China ha instalado más de la mitad de toda la capacidad solar y eólica global en los últimos años, un crecimiento que él califica como “impresionante”.

Datos de la organización británica Ember revelan que en abril de 2025, por primera vez, la energía solar y eólica generaron más del 25 % de la electricidad del país. Al mismo tiempo, la producción eléctrica a base de combustibles fósiles cayó 3.6 % entre enero y abril, respecto al mismo periodo de 2024.

El analista Yang Biqing, de Ember, considera que estas cifras muestran una transición energética significativa en un país históricamente dependiente del carbón. Aunque no ha verificado directamente el análisis de CREA, coincide en que las emisiones de carbono en China se están estabilizando, gracias al auge de las renovables.

¿Un cambio sostenido o solo un freno temporal?

Aun así, hay dudas sobre si esta reducción se mantendrá en el tiempo. Li Shuo, del ASPI, advierte que podría tratarse de un “pico temprano” seguido de un estancamiento prolongado, lo que no sería favorable para el clima.

Factores geopolíticos y económicos influyen en la estrategia energética del país. La guerra en Ucrania y la inestabilidad en los mercados petroleros llevaron al gobierno chino a apostar por el carbón como fuente energética segura y abundante.

Sin embargo, Christoph Nedopil Wang, del Instituto Griffith Asia, sostiene que esta búsqueda de seguridad energética también ha favorecido a las energías limpias, en las que China tiene un papel dominante a nivel global, tanto en capacidad instalada como en manufactura.

Nedopil Wang considera poco probable que la desaceleración económica o las tensiones con EE.UU. lleven al gobierno chino a reactivar industrias altamente contaminantes. En cambio, estima que la prioridad estará en sectores de bajas emisiones como la tecnología, la biotecnología, los autos eléctricos y las energías limpias.

Un reto climático aún en marcha

Aunque los avances son significativos, los expertos coinciden en que China todavía enfrenta grandes desafíos para cumplir con sus compromisos internacionales.

En el marco del Acuerdo de París, el país prometió reducir su intensidad de carbono en más del 65 % para 2030, en comparación con los niveles de 2005. La intensidad de carbono mide las emisiones por unidad de PIB.

Durante la pandemia, China se desvió de este objetivo debido al repunte de la manufactura intensiva en energía. Ahora, su única vía para cumplirlo es continuar reduciendo emisiones de aquí a 2030.

El análisis de CREA es un primer paso, pero se necesita una estrategia más ambiciosa y sostenida. La atención internacional estará puesta en China en los próximos meses, especialmente rumbo a la COP30 en Brasil, donde se espera que actualice sus metas climáticas.

En abril, el presidente Xi Jinping envió un mensaje claro durante una conferencia climática: “Debemos actuar, no solo hablar… y convertir nuestras metas en resultados concretos”.

China probablemente buscará mantener su liderazgo climático global y no parecer que abandona sus compromisos. Según Li Shuo, sus próximos pasos estarán guiados tanto por sus propios intereses como por la percepción que proyecte al resto del mundo.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/c989m8zzl3po

 

Los estados más peligrosos para defender el medio ambiente en México

En al menos diez estados del país, proteger la naturaleza implica arriesgar la vida. Enfrentarse a intereses económicos, políticos o criminales ha convertido la defensa del medio ambiente en una actividad de alto riesgo.

En varias regiones mexicanas, alzar la voz en favor de los ríos, los bosques o los territorios indígenas ha costado amenazas, agresiones físicas, persecución legal e incluso asesinatos. Cada año, decenas de personas defensoras del medio ambiente son blanco de violencia por oponerse a megaproyectos, la minería, la tala clandestina u otras actividades extractivas.

Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), tan solo en 2024 se documentaron 94 casos de agresión contra personas y comunidades que defienden los derechos humanos ambientales. En esta nota te contamos en qué estados ocurrieron más ataques.

Oaxaca encabeza la lista como el estado más letal para ambientalistas

El Informe sobre la situación de las personas y comunidades defensoras de los derechos humanos ambientales en México (2024) señala que el año pasado hubo 390 víctimas asociadas a los 94 hechos violentos.

De acuerdo con CEMDA, Oaxaca fue la entidad con más eventos reportados, con un total de 15 casos, que incluyeron amenazas, criminalización, difamación y hasta homicidios. Le siguen Chiapas, Michoacán y Puebla, con 9 cada uno, y Veracruz, con 8.

Estos cinco estados concentraron más de la mitad de los ataques registrados (50 de 94, el 53.1%) y también acumularon 127 de las 236 agresiones individuales (el 53.8%) que fueron documentadas.

Otros estados con altos niveles de violencia contra ambientalistas fueron:

  • Quintana Roo y Ciudad de México: 7 eventos cada uno
  • Sonora y Baja California: 5 cada uno

¿Quiénes son los principales agresores?

En 2024, el principal actor señalado por cometer estas agresiones fueron las propias autoridades gubernamentales, involucradas en 62 de los 94 casos, lo que representa un aumento significativo respecto a 2023, cuando representaban el 49.5%.

Otros perpetradores identificados fueron empresas privadas, involucradas en 25 eventos, y grupos del crimen organizado, responsables de 17 casos.

La mayoría de estas agresiones están relacionadas con proyectos de gran escala o megaproyectos que se desarrollan sin consultar adecuadamente a las comunidades locales. Algunos de los más conflictivos fueron:

  • Tala ilegal: 11 casos
  • Granjas porcícolas y desarrollos habitacionales/comerciales: 10 cada uno
  • Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec: 7
  • Proyectos mineros (‘La Revancha’ y ‘Natividad’): 6
  • Tren Maya: 4
  • Rellenos sanitarios en Paso de Ovejas y Cholula: 4
  • Pesca ilegal: 3

“El panorama sigue siendo alarmante: los ataques a quienes defienden el medio ambiente en México no cesan y reflejan una crisis estructural”, denunció el CEMDA en su informe.

El crimen organizado y su creciente rol en los conflictos ambientales

Aunque históricamente se ha vinculado al crimen organizado con el narcotráfico, en los últimos años estas redes han ampliado su control hacia actividades ilegales como la tala clandestina, minería ilegal, tráfico de especies y despojo de tierras, especialmente en zonas con alta riqueza ecológica.

Las comunidades que denuncian o frenan estas actividades se vuelven automáticamente objetivos de violencia.

La impunidad agrava el problema. Las agresiones perpetradas por el crimen organizado rara vez se investigan o castigan, debido al miedo, la corrupción y la debilidad institucional que prevalecen en muchas regiones del país.


Fuente: https://www.milenio.com/policia/estados-mas-peligrosos-para-activismo-medioambiental

 

Greenpeace lanza documental sobre la destrucción en Yucatán


Greenpeace México lanzó en Tijuana la campaña México al grito de ¡Selva! y proyectó el documental “Voces de la Selva Maya. Una batalla por la vida” en el Centro Cultural Tijuana (CECUT), con el objetivo de visibilizar la emergencia ambiental que enfrenta este ecosistema clave para la vida en el país.

Aunque miles de kilómetros separan a Baja California de Yucatán, lo que sucede en la selva afecta a todo México. “Tal vez no pienses viajar a la península, pero sí respiras aire limpio y vives el aumento de las temperaturas. La Selva Maya ayuda a regular el clima, y si se destruye, perdemos ese equilibrio ambiental”, advirtió Carlos Samayoa, campañista de Greenpeace México.

Entre 2019 y 2024, se han deforestado casi 300 mil hectáreas, más que en los veinte años anteriores. Las causas son múltiples: desarrollos inmobiliarios, turismo masivo, granjas porcícolas que contaminan los cenotes —clave para el sistema hídrico de la región—, y la construcción del Tren Maya, que facilita la extracción de materiales y abre paso a la industrialización del territorio.

“El modelo extractivo que impulsa estos megaproyectos pone en riesgo no solo a la biodiversidad, sino también a las comunidades que habitan la selva. Es urgente que toda la ciudadanía mexicana conozca lo que está ocurriendo. No podemos permitir la destrucción de uno de los pulmones verdes de América”, agregó Samayoa.

El documental que acompaña la campaña ha sido reconocido en el Festival Internacional de Cine de Puerto Aventuras. En él se recogen testimonios de activistas, defensores del territorio, especialistas en medio ambiente y habitantes de la región, quienes denuncian las amenazas que enfrentan diariamente.

La gira de “Voces de la Selva Maya” ya ha llegado a ciudades como Cancún, Guadalajara, Guanajuato, Monterrey, Puebla y San Luis Potosí. En las próximas semanas se proyectará en San Andrés Cholula (Puebla), la Universidad Autónoma de Chapingo (Estado de México), la ENES Mérida y espacios públicos de Ciudad de México como el Parque Hundido.

Greenpeace hace un llamado urgente a la acción colectiva: “Cuantas más personas seamos, mayor será la presión sobre las autoridades. Necesitamos exigir un desarrollo que respete los límites ambientales y proteja a las comunidades. Existen alternativas: turismo sostenible, infraestructura responsable, decisiones basadas en estudios de impacto real”, insistió Samayoa.

La organización invita a la ciudadanía a sumarse firmando la petición en defensa de la Selva Maya:

Fuente: https://www.greenpeace.org/mexico/noticia/55599/mexico-al-grito-de-selva-greenpeace-mexico-presenta-documental-sobre-la-devastacion-de-la-selva-en-la-peninsula-de-yucatan/

Exceso de plástico mundial y escaso reciclaje: urge un tratado internacional

 

Es crucial aprobar un acuerdo global que evite que los desechos plásticos se tripliquen para 2060 y que la mayoría siga sin reciclarse.

La expresión “no hay dos sin tres” no siempre aplica. El Día Mundial del Medio Ambiente 2025, organizado por Corea del Sur para concienciar sobre el problema de las 400 millones de toneladas de plástico que se producen anualmente en el mundo —12 millones provenientes del país anfitrión— llega tras otro evento clave con el mismo enfoque.

El 25 de noviembre de 2024 se abrió en Busan, al sureste de Corea del Sur, la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación sobre Contaminación por Plástico (INC-5), que busca crear un instrumento internacional jurídicamente vinculante. Sin embargo, las 177 naciones presentes evidenciaron sus diferencias; solo acordaron reanudar el debate el 5 de agosto en Suiza.

Fuerte influencia de los lobbies

“Más que avanzar, fue una extensión de la reunión previa, donde se evidenció el peso del lobby petrolero, que ahora ve al plástico como negocio. Lo habitual: desacuerdos al poner límites”, explica Julio Barea, responsable de campaña de plásticos en Greenpeace. Muestra escepticismo ante retrasos constantes. “En España, por ejemplo, el sistema de depósito y retorno de envases previsto para 2026 podría retrasarse hasta 2029. Tampoco se han eliminado los plásticos de frutas y verduras como exige la ley de residuos de 2022; el Ministerio de Agricultura frena... así uno tras otro. Además, olvidamos que la contaminación en tierra puede ser de 4 a 24 veces mayor que en océanos”, añade. Lo más grave, dice, es la falta de conciencia sobre el riesgo a la salud, pues “se han detectado microplásticos incluso en el cerebro”.

Andrés Cózar, catedrático de Ecología en la Universidad de Cádiz, coincide: “Los primeros indicios serios datan de los setenta, pero fue en este siglo cuando se analizaron en ríos, atmósfera, etc. Desde 2020 se habla del impacto en humanos, al encontrarlos en órganos y el cerebro, circulando por la sangre”. Su interés surgió de casualidad: “Al muestrear comunidades marinas, siempre hallábamos plástico”.

Más datos

Desde entonces, lideró el primer mapa global de contaminación plástica en 2014, un hito poco difundido. Recientemente coordinó una monitorización satelital de basura marina. Señala que el problema es ambiental, social, industrial, científico y de gestión, y que debe analizarse en conjunto, no solo la producción.

En las últimas dos décadas, los residuos plásticos anuales, que representan el 10% de toda la basura, se han duplicado, según la OCDE. Y para 2060, podrían triplicarse si no se actúa, con la mitad acumulándose en vertederos, pues solo se recicla menos de un 20%. La industria europea del reciclaje atraviesa dificultades: entre 2022 y 2023 la producción bajó un 7,8%, mientras que las importaciones de polímeros superan el 20% del consumo total.

“Igualar precios es complicado; fabricar polímeros vírgenes es más barato que usar reciclados de alta calidad, sobre todo si provienen de países con menores regulaciones”, explica Ion Olaeta, presidente de la Federación Española de Recuperación y Reciclaje (FER). La llegada masiva de material, especialmente de Asia, supera la capacidad europea, lo que ha duplicado el cierre de empresas especializadas. “España es líder en reciclaje, pero se culpa solo al plástico por su contaminación, sin entender que el problema es de gestión y regulación”, añade.

Óscar Hernández, director de la Asociación Nacional de Recicladores de Plásticos (Anarpla), ve una “oportunidad nacional” para convertir al país en referente en producción de material reciclado, pues varios estudios avalan que el plástico puede ser sostenible. Propone fomentar el ecodiseño e incentivar la demanda, y destaca la expectativa ante el nuevo reglamento de compra pública verde.

Hacia una economía circular

Se reclama una transformación sistémica para avanzar hacia la economía circular. Alicia Martín, directora de Plastics Europe para la Región Ibérica, apunta que se requieren “objetivos ambiciosos y obligatorios; aceptación de tecnologías innovadoras como el reciclaje químico; permisos simplificados para instalaciones de bajas emisiones; y sistemas de control confiables”, entre otras medidas.

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica también apoyan “un tratado que abarque todo el ciclo de vida del plástico: producción, diseño y reciclaje”. Resaltan “la activa participación de España en las negociaciones, impulsadas en su momento por la presidencia española de la UE”.

Activistas retenidos en Corea por protesta

Cinco activistas de Greenpeace Internacional llevan más de seis meses sin poder salir de Corea del Sur, tras una protesta pacífica el 30 de noviembre de 2024 durante el INC-5 en Busan, al abordar un petrolero que transportaba productos plásticos tóxicos. “A pesar de la protesta pacífica desde el Rainbow Warrior, no pueden regresar hasta que finalicen los procesos legales”, explica Julio Barea. La vista judicial fue el 15 de mayo pasado.


Fuente: https://elpais.com/extra/medio-ambiente/2025-06-05/demasiado-plastico-en-el-mundo-y-mucho-permanece-sin-reciclar.html

viernes, 13 de junio de 2025

Tienes una cucharadita de microplásticos en el cerebro

 

Nuestra vida cotidiana está rodeada de plásticos. Y ahora, también nuestro cuerpo. Estas diminutas partículas —menores a cinco milímetros— han sido halladas en casi todos los entornos del planeta… y también en nuestros órganos. Aunque la ciencia aún está lejos de comprender por completo su impacto, las primeras señales no son alentadoras.

Del ambiente al cuerpo humano. 

Los microplásticos están en el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos. Se han detectado en órganos como los pulmones, el corazón, la placenta e incluso el cerebro, según investigaciones recientes realizadas en humanos y animales.

Una cucharada de plástico en el cerebro.

Un estudio de 2024 encontró microplásticos en el tejido cerebral de personas fallecidas, lo que sugiere que estas partículas pueden cruzar la barrera hematoencefálica. Se cree que el sistema circulatorio es la vía principal de acceso.

Contaminación combinada.

Los microplásticos no solo actúan por sí solos: pueden absorber otras toxinas como pesticidas, metales pesados o compuestos orgánicos persistentes, actuando como vehículos para llevar esas sustancias al interior del cuerpo.

Cómo reducir la exposición. 

Especialistas recomiendan evitar calentar comida en envases plásticos, reducir el uso de botellas de agua desechables, consumir menos productos ultraprocesados y optar por métodos de filtrado para el agua del grifo.

¿El cuerpo los elimina? Algunas partículas pueden salir por las heces, la orina o el sudor. Sin embargo, aún no se sabe qué proporción logra permanecer ni qué efectos a largo plazo podría tener esta acumulación crónica. Hay indicios de que podrían contribuir a procesos inflamatorios o enfermedades metabólicas.

Fuente: https://elpais.com/expres/2025-06-08/de-la-mesa-al-torrente-sanguineo-como-los-microplasticos-colonizan-el-cuerpo.html