lunes, 17 de febrero de 2025

¿Por qué este pez abisal ha salido a la superficie?


 Por segunda vez en la historia, se han captado imágenes de esta especie en su hábitat natural. “Pensé que era inteligencia artificial”, admite el biólogo Kory Evans.

El 26 de enero, un equipo de investigadores en las Islas Canarias logró documentar un hecho sin precedentes: un pez diablo negro emergiendo lentamente hacia la superficie oceánica.

“Fue un sueño hecho realidad”, comenta David Jara Bogunyà, fotógrafo de fauna marina de la ONG Condrik Tenerife. De niño, recuerda, tenía un libro sobre criaturas abisales que le fascinaban por sus extrañas ilustraciones. “Parecían irreales”, dice.

Durante casi una hora, Jara y su equipo, a bordo del buque Glaucus, fotografiaron y nadaron junto al diablo negro (Melanocetus johnsonii), un pez que normalmente habita entre los 200 y 2000 metros de profundidad.

Su nombre científico significa “monstruo marino negro”, lo que hace honor a su aspecto: mandíbulas enormes, dientes afilados y un señuelo bioluminiscente en la frente para atraer a sus presas. Sin embargo, su apariencia imponente solo es amenazante para criaturas diminutas, ya que rara vez superan los 15 centímetros de longitud.

El video del avistamiento se viralizó rápidamente, generando gran entusiasmo entre los expertos.

Un encuentro casi imposible

Kory Evans, biólogo de la Universidad Rice en Texas, admite que al ver el video pensó que era una simulación. “Es muy raro encontrar un pez de aguas profundas tan cerca de la superficie”, afirma Bruce Robison, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey.

Robison tiene experiencia con esta especie, ya que en 2014 captó al primer diablo negro vivo en un video, a 570 metros de profundidad, mediante un vehículo teledirigido en la bahía de Monterrey.

¿Por qué este espécimen emergió?

Para Evans, lo sorprendente no es solo que el pez estuviera en la superficie, sino que se moviera activamente, ya que estos depredadores de emboscada suelen permanecer inmóviles, a la espera de sus presas. “Verlo nadando es impactante”, comenta.

Existen varias hipótesis sobre su ascenso. Robison sugiere que pudo haber ingerido un pez con vejiga natatoria, lo que provocó que flotara involuntariamente. También plantea que pudo ser arrastrado por una corriente de agua caliente generada por actividad volcánica submarina.

Otra posibilidad es que un depredador mayor, como un calderón, una foca o una medusa, lo atrapara y luego lo liberara cerca de la superficie.

Un hallazgo valioso para la ciencia

El pez murió poco después de ser grabado, pero su breve aparición en vida ofrece una oportunidad única para estudiarlo.

“Sabemos de su existencia desde el siglo XIX, pero los especímenes siempre se han encontrado muertos en redes de pesca”, señala Robison.

Los estudios han revelado que los diablos negros generan luz mediante bacterias bioluminiscentes y que muchas especies de rape tienen un peculiar método de reproducción: los machos, mucho más pequeños, se fusionan con la hembra y se convierten en una fuente permanente de material genético.

El cuerpo del espécimen fue entregado al Museo de la Naturaleza y Arqueología de Tenerife, donde será analizado.

Para Evans, cada nuevo hallazgo demuestra que aún hay mucho por descubrir. Recientemente publicó un estudio en bioRxiv donde explica cómo los peces rape han evolucionado al colonizar las profundidades marinas, un entorno extremadamente hostil.

“El océano profundo es el mayor ecosistema del planeta y alberga la mayor parte de su fauna”, concluye Robison. “Nosotros somos la excepción, y aún sabemos muy poco sobre lo que ocurre allí abajo”.

Fuente: https://www.nationalgeographic.es/animales/2025/02/diablo-negro-grabado-canarias-peces-mas-raros-mundo

jueves, 6 de febrero de 2025

De la cocina a los motores: Chile transforma el aceite usado en biodiésel


La Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) ha producido por primera vez un biodiésel a partir de aceites de cocina reutilizados, reduciendo en un 80% la huella de carbono.

El aceite vegetal usado en las freidoras de restaurantes y locales de comida rápida está encontrando un nuevo propósito en Chile. Ahora, en lugar de desecharse, es recolectado y transformado por ENAP en diésel renovable, inicialmente destinado a camiones que distribuyen gas en el país. Esta iniciativa, ya implementada en Europa y Estados Unidos, busca disminuir significativamente las emisiones de dióxido de carbono generadas en la producción y transporte de combustibles tradicionales.

Los primeros 350.000 litros fueron procesados en la refinería Aconcagua, ubicada en Concón, a 136 kilómetros de Santiago, por un equipo multidisciplinario de ENAP. La capacidad de producción bajo las normativas chilenas alcanza los 100 millones de litros anuales, aunque su crecimiento dependerá de la demanda, aún incipiente debido a que la innovación fue presentada recién el miércoles pasado.

Un modelo sustentable y adaptable

Julio Friedmann, gerente general de ENAP, explica que, a diferencia de otros países de la región que fabrican biocombustibles a partir de aceites vírgenes de soja, maíz o caña de azúcar, en Chile se utiliza materia prima residual, lo que convierte al diésel renovado en una fuente de energía más sostenible. Además, destaca su gran ventaja sobre otras opciones como el hidrógeno verde: es compatible con la infraestructura existente. “No hay que modificar motores ni cambiar la industria ni los camiones. Fue una decisión empresarial, pero podría impulsarse aún más si se estableciera una política estatal de apoyo”, señala.

El proyecto ha sido bien recibido por las autoridades chilenas, ya que enfrenta el desafío creciente de la importación de combustibles. Diego Pardow, ministro de Energía, señala que las intensas marejadas en las costas han dificultado la llegada de embarcaciones con combustible desde el extranjero. “El mar es cada vez más impredecible. Cada año tenemos periodos de marejadas distintas y debemos hacer malabares para garantizar el abastecimiento de diésel. En cambio, con los residuos locales, la logística es mucho más simple y resistente al cambio climático”, explica.

Entre enero y octubre de 2024, Chile importó 5,7 millones de toneladas de diésel, según datos de la Cámara de Comercio de Santiago. Aunque las energías fósiles siguen predominando, el país avanza en la transición hacia una matriz más sustentable.

El desafío de la materia prima

Uno de los principales retos para escalar la producción de diésel renovable es la recolección de aceite usado en volúmenes suficientes. “El gran desafío es la materia prima. Necesitamos grandes cantidades de aceite de segunda generación, pero una vez que lo conseguimos, el proceso productivo es el mismo. Solo requiere ajustes menores, sin necesidad de inversiones significativas”, explica Friedmann.

La comercialización dependerá de la demanda de los clientes de ENAP. Actualmente, esperan solicitudes de empresas mineras, grandes consumidoras de diésel, que buscan reducir su impacto ambiental.

El interés en esta tecnología surgió tras visitas de investigadores de ENAP a Europa y Estados Unidos en 2022. Luego de evaluar el potencial de las refinerías chilenas, realizaron pruebas y confirmaron la viabilidad de producir el combustible a gran escala.

El proceso de fabricación consta de varias etapas. A través del hidrotratamiento, el aceite usado se mezcla con hidrocarburos convencionales y se somete a alta presión y temperatura. Tras ser tratado químicamente, se convierte en un biocombustible avanzado, que luego es sometido a 20 pruebas de laboratorio para verificar su densidad, destilación, viscosidad y otros parámetros de calidad ambiental.


https://elpais.com/chile/2025-01-22/de-las-papas-fritas-a-los-motores-de-camiones-la-nueva-vida-del-aceite-en-chile.html




Qué es y cómo medir tu huella de carbono


Calcular la huella de carbono es más fácil de decir que de hacer, y no siempre resulta claro cuánta relevancia debería tener en nuestras vidas.

A medida que la preocupación por el cambio climático aumenta, también lo hace el interés por tomar medidas. Sin embargo, la magnitud del problema, que incluye incendios forestales, deshielo de glaciares y sequías, puede ser abrumadora. Relacionar nuestra vida diaria con la conservación de especies como el oso polar o entender cómo nuestras acciones pueden marcar la diferencia no siempre es evidente.

Una manera de medir el impacto ambiental de nuestras actividades es mediante la huella de carbono. Aunque el concepto es cada vez más popular (una búsqueda en Google de "¿Cómo reducir mi huella de carbono?" arroja casi 27 millones de resultados), no siempre se comprende en su totalidad.

Definición de la huella de carbono
Según Mike Berners-Lee, profesor en la Universidad de Lancaster y autor de The Carbon Footprint of Everything, la huella de carbono es "la suma de todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas para producir un bien o realizar una actividad".

En los países desarrollados, los principales factores que influyen en la huella de carbono son el consumo energético en el hogar, el transporte, la alimentación y los bienes de consumo (ropa, electrodomésticos, vehículos, entre otros). Cada uno de estos elementos aporta su propia huella, y la combinación de todos determina el impacto ambiental de una persona.

Por ejemplo, alguien que consume carne de res con frecuencia tendrá una huella alimentaria mayor que un vecino vegano. Sin embargo, si el vegano usa un todoterreno para ir a trabajar a diario mientras el consumidor de carne va en bicicleta, sus huellas podrían equipararse. Aún más, si una empresaria viaja en primera clase dos veces al mes, su huella podría superar la de ambos.

Generalmente, a mayor riqueza, mayor huella de carbono. Berners-Lee estima que el ciudadano medio mundial genera el equivalente a siete toneladas de CO2 al año. En el Reino Unido, la cifra asciende a 13 toneladas, mientras que en EE.UU. es de 21 toneladas por persona. De hecho, un estadounidense medio puede igualar en pocos días la huella anual de un habitante de Nigeria o Malí. En España, existe un registro voluntario donde empresas y organizaciones pueden calcular y reducir su impacto ambiental. Algunos bancos incluso ofrecen herramientas para medir la huella de sus clientes.

Cómo se calcula la huella de carbono
Estimar la huella de carbono con exactitud es complicado; Berners-Lee la considera una medida "esencial pero imposible".

Tomemos como ejemplo un vuelo comercial. A simple vista, el cálculo parece sencillo: dividir el combustible consumido por el número de pasajeros. Sin embargo, los pasajeros de primera clase generan una huella mayor porque ocupan más espacio y su pasaje incentiva la realización del vuelo. Otros factores incluyen la cantidad de carga y la altitud del vuelo.

Si calcular la huella de un vuelo es complejo, hacerlo para la fabricación de un coche es aún más desafiante. Implica considerar las emisiones de la planta de ensamblaje, la generación de electricidad, el transporte de piezas, la producción de materiales, el uso de maquinaria y hasta la extracción de minerales.

Dada la dificultad de obtener cifras precisas, Berners-Lee sostiene que lo importante es tener una idea general más que una exactitud absoluta. Las acciones para reducir la huella dependen del estilo de vida de cada persona. Por ejemplo, cambiar a un coche eléctrico tiene mayor impacto en lugares con energía renovable que en zonas donde la electricidad proviene del carbón. Del mismo modo, para algunos volar representa un pequeño porcentaje de su huella, mientras que para otros puede ser el factor más significativo.

Las calculadoras de huella de carbono
Para facilitar estos cálculos, han surgido diversas herramientas en línea. Estas calculadoras utilizan datos sobre consumo de energía, alimentación y transporte para ofrecer una estimación del impacto ambiental individual.

Por ejemplo, la calculadora de Nature Conservancy se enfoca en el uso energético, transporte, dieta y compras. La de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. añade factores como los residuos reciclados y muestra el impacto de cambios como mejorar el aislamiento del hogar o usar un vehículo más eficiente. También hay herramientas que estiman el impacto de pequeñas acciones, como el consumo de hamburguesas o las estancias en hoteles.

En España, el Ministerio para la Transición Ecológica ofrece herramientas para que organizaciones calculen sus emisiones y establezcan medidas de compensación. Además, hay numerosas opciones disponibles con una simple búsqueda en Google.

¿Una estrategia de la industria de combustibles fósiles?
Se ha dicho que la primera calculadora de huella de carbono fue promovida en 2004 por la petrolera BP, lo que lleva a algunos críticos a considerar la presión sobre la huella personal como una estrategia para desviar la responsabilidad de las grandes empresas hacia los individuos.

Katharine Hayhoe, científica de The Nature Conservancy, recuerda cómo Shell preguntó en redes sociales "¿Qué estás haciendo para reducir tu huella de carbono?", a lo que respondió: "Ustedes son responsables del 2% de las emisiones globales, equivalente a todo Canadá. Cuando tengan un plan para reducirlas, hablamos". Shell ocultó su comentario.

Kert Davies, del Centro de Investigaciones Climáticas, sostiene que la industria petrolera ha frenado iniciativas para mejorar la eficiencia de los vehículos y la expansión de energías limpias, lo que hace hipócrita su mensaje sobre la huella individual.

¿Son útiles las calculadoras de huella de carbono?
Hayhoe advierte que muchas acciones sugeridas para reducir la huella no están al alcance de todos. Por ejemplo, no todos pueden permitirse un coche eléctrico o acceder a transporte público eficiente.

Señala que el concepto de huella de carbono personal es relevante para personas de altos ingresos, pero insuficiente para abordar el problema global. Aún así, puede ser una herramienta útil para conocer el impacto de nuestras decisiones.

Más allá de nuestras elecciones individuales, Hayhoe enfatiza la importancia de influir en el sistema: desde dónde depositamos nuestro dinero hasta cómo votamos o presionamos a empresas e instituciones. "Haz algo, pero sobre todo, habla de ello", concluye. "El cambio real viene de transformar el sistema".


Fuente: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/huella-carbono-que-es-como-se-mide

¿Por qué algunas casas quedaron intactas en los incendios de Los Ángeles?


La explicación es más compleja de lo que parece. Los especialistas advierten que estas historias suelen omitir factores clave, como el trabajo de los bomberos y la aleatoriedad con la que las brasas se propagan.

Desde su inicio el 7 de enero, los incendios de Eaton y Palisades en Los Ángeles han destruido miles de estructuras, situándose entre los tres incendios más devastadores en la historia de California. En los barrios de Altadena y Pacific Palisades, los más afectados, calles enteras han quedado reducidas a cenizas, donde antes había viviendas, comercios y escuelas.

Sin embargo, entre la devastación han surgido imágenes sorprendentes: automóviles clásicos intactos frente a edificios calcinados o una biblioteca comunitaria que se salvó con sus libros en perfecto estado. Pero lo que más ha llamado la atención son ciertas casas que quedaron en pie, destacando en un paisaje de destrucción.

Algunas de estas viviendas se han vuelto virales y han sido objeto de debate en redes sociales y medios de comunicación. No es la primera vez que ocurre: eventos similares se vieron en los incendios de Lahaina (Hawái, 2023) y el Camp Fire (California, 2018). Se las ha denominado “casas milagro” y han sido analizadas en busca de elementos que expliquen su resistencia.

Arquitectos destacan materiales ignífugos como techos metálicos y revestimientos cementicios, mientras que propietarios mencionan medidas preventivas como el mantenimiento de jardines y canaletas. Si bien estos aspectos pueden influir, los expertos advierten que la supervivencia de una casa depende de muchos otros factores y que simplificar la explicación podría dificultar la planificación de barrios más resilientes.

Analizando los restos

“Las personas tienden a conectar los puntos para construir una historia”, señala Alexander Maranghides, ingeniero del Instituto Nacional de Normas y Tecnología, quien ha estudiado múltiples incendios forestales. Considera que la idea de la “casa milagro” es engañosa, ya que no toma en cuenta variables como la dirección del viento o la intervención de los bomberos. Estos factores no se reflejan en las imágenes posteriores a un incendio, pero pueden ser determinantes en la protección de una estructura.

Un ejemplo es el incendio del cañón Waldo en Colorado Springs (2012), donde de un vecindario de más de 100 casas, solo cuatro quedaron en pie. Los investigadores entrevistaron a bomberos, propietarios y testigos en 150 ocasiones sin encontrar respuestas. Fue en la entrevista 151 cuando descubrieron que un camión de bomberos había permanecido frente a esas casas durante todo el incendio, protegiéndolas de las llamas. “Si hubiéramos terminado antes, seguirían siendo casas milagrosas”, afirma Maranghides, quien realizó más de 200 entrevistas en seis meses.

El objetivo de estas investigaciones no es estudiar las casas que sobrevivieron, sino aquellas que fueron destruidas para identificar vulnerabilidades. Los científicos analizan factores como techos inflamables o brasas atrapadas en los aleros y los replican en laboratorio para comprender su impacto.

Un cambio de perspectiva

Mientras los bomberos continúan con la contención de los incendios en Eaton y Palisades, las autoridades de Los Ángeles ya trabajan en la fase de recuperación. Como parte de este proceso, surge la pregunta clave: ¿cómo evitar tragedias similares en el futuro?

Los incendios forestales generan patrones irregulares en los paisajes que consumen, dejando en pie algunas estructuras de manera aparentemente aleatoria. Esto ha dado origen a especulaciones e incluso teorías de conspiración, pero los investigadores señalan que estos patrones reflejan la complejidad del comportamiento del fuego.

Kimiko Barrett, especialista en incendios forestales de Headwaters Economics, explica que una vivienda puede incendiarse por contacto directo con las llamas, por el calor irradiado desde objetos en combustión o por brasas transportadas por el viento. Estas últimas son responsables de hasta el 90% de las pérdidas de estructuras en incendios forestales.

“Las brasas pueden desplazarse entre uno y cuatro kilómetros por delante del fuego principal. Si una de estas partículas cae sobre un material inflamable, puede generar un nuevo foco de incendio”, explica Barrett.

El código de construcción de California, actualizado en 2008, ya considera estos riesgos. En zonas propensas a incendios, se exige el uso de techos ignífugos, ventilaciones protegidas y ventanas resistentes al calor. Sin embargo, muchas viviendas construidas antes de esa fecha no cumplen con estas normativas, lo que las hace más vulnerables.

Barrett y Maranghides coinciden en que los incendios de Los Ángeles evidencian la necesidad de replantear la prevención. Más allá de fortalecer estructuras individuales, es fundamental adoptar estrategias a nivel comunitario.

Maranghides plantea un ejemplo: un propietario puede construir con materiales resistentes y despejar vegetación en torno a su casa, pero si un vecino estaciona su coche demasiado cerca o tiene un cobertizo inflamable en su propiedad, el riesgo de incendio sigue presente. En ciudades densamente pobladas como Los Ángeles, este tipo de situaciones son comunes y reflejan la necesidad de abordar la prevención a nivel de vecindarios enteros.

“No importa quién es dueño de qué, sino dónde está ubicado, porque el fuego no distingue propiedades”, concluye Maranghides. “Debemos cambiar nuestra forma de pensar y abordar el problema desde una perspectiva más amplia”.


https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2025/01/historia-casas-milagro-los-angeles-no-quemaran-incendios

La contaminación del agua: una crisis global en aumento


Las reservas de agua dulce del planeta están cada vez más expuestas a contaminantes de múltiples orígenes, poniendo en riesgo la salud de las personas y la biodiversidad.

Desde residuos plásticos hasta compuestos químicos invisibles, una gran variedad de sustancias terminan en ríos, lagos, acuíferos y, en última instancia, en los océanos. Esta contaminación, sumada a la sequía, la sobreexplotación y el crecimiento poblacional, ha generado una crisis del agua dulce que amenaza las fuentes de las que dependemos para el consumo humano y otros usos esenciales.

Diversos estudios han revelado la magnitud del problema en distintas partes del mundo. Investigaciones recientes han encontrado desde microplásticos hasta trazas de nicotina y antidepresivos en aguas de la Antártida.

Uno de los contaminantes más comunes en el agua del grifo son los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), compuestos utilizados para dotar a productos cotidianos de resistencia al agua, al calor y a las manchas. Debido a su longevidad, estos compuestos han sido apodados "químicos eternos".

En 2023, la Agencia Espacial Europea informó que más del 70% del agua superficial y subterránea se destina a la irrigación agrícola. Esto resalta la importancia de preservar los recursos hídricos, ya que, aunque el agua cubre cerca del 70% del planeta, solo el 2,5% es dulce. De esta fracción, apenas el 1% está disponible para su uso, pues el resto permanece atrapado en glaciares y capas de hielo.

Sin embargo, ni siquiera estas reservas están exentas de contaminación. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) detectó 59 microcontaminantes orgánicos en 140 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) en España, lugares protegidos por la ONG BirdLife International. Según el CSIC, la actividad agrícola y la urbanización son las principales fuentes de estos contaminantes.

El problema no se limita a las llanuras y valles. En las regiones montañosas, donde vive una cuarta parte de la población mundial, el calentamiento global está alterando el equilibrio natural. Las temperaturas en estas zonas han aumentado hasta un 50% más rápido que la media global. Incluso en el Himalaya, los alpinistas han cambiado los tradicionales trajes de expedición por ropa más ligera debido al ascenso de las temperaturas.

Investigadores como Perry Bartlet, del Instituto Federal de Investigación Forestal, de la Nieve y del Paisaje (WSL) en Suiza, han debido actualizar sus modelos de riesgo para desastres naturales en estas áreas. "Los fenómenos que solíamos estudiar han aumentado de escala y magnitud", afirma.

Orígenes de la contaminación del agua

Los contaminantes llegan a las fuentes de agua de diversas maneras. Pueden ser vertidos directamente por fábricas y plantas de tratamiento de aguas con sistemas ineficientes, o ingresar al medio ambiente a través de derrames de petróleo y fugas en ductos. El viento y las lluvias también transportan residuos, en especial plásticos, hacia los cursos de agua.

Gracias a regulaciones más estrictas y acciones legales contra grandes industrias, en Estados Unidos la principal fuente de contaminación hídrica ya no son los vertidos directos, sino la llamada "contaminación difusa". Esta ocurre cuando la lluvia o el deshielo arrastran contaminantes como fertilizantes, pesticidas, hidrocarburos, metales pesados y desechos animales desde campos agrícolas, carreteras y zonas urbanas hasta ríos y lagos. Este mismo fenómeno ha causado la crisis ecológica en el Mar Menor, en Murcia, España.

Por otra parte, el agua potable también puede contaminarse a través de las tuberías si no se trata adecuadamente. Ejemplos notorios incluyen la crisis del plomo en Flint (Michigan, EE. UU.) y la presencia de arsénico en sistemas de abastecimiento, ya sea por fuentes naturales o por residuos industriales.

Efectos de la contaminación del agua

La contaminación del agua puede generar impactos negativos en la salud humana, afectar a la fauna y causar daños ecológicos a largo plazo. Cuando los desechos agrícolas e industriales aportan un exceso de nutrientes, como nitrógeno y fósforo, al agua, se pueden desencadenar proliferaciones de algas. Estas floraciones conducen a la formación de zonas muertas, donde los niveles de oxígeno son insuficientes para la vida acuática.

Además de sus efectos ambientales, estas floraciones pueden afectar la economía y la salud de las personas. No solo generan olores desagradables y un aspecto poco atractivo que disminuye el turismo en lagos y ríos, sino que también pueden causar irritaciones cutáneas y otros problemas de salud. Asimismo, el exceso de nitratos en el agua, proveniente de la contaminación por nutrientes, representa un riesgo para los bebés, ya que puede dificultar el transporte de oxígeno en su sangre y provocar el llamado "síndrome del bebé azul". Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el 38% de las masas de agua en la Unión Europea están afectadas por la contaminación de origen agrícola.

A nivel global, la falta de acceso a agua limpia tiene graves consecuencias sanitarias. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 2000 millones de personas consumen agua contaminada con residuos fecales, lo que facilita la propagación de enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea.

Soluciones para reducir la contaminación del agua

En numerosos países, se han implementado regulaciones para limitar el vertido de contaminantes industriales y agrícolas en cuerpos de agua, mientras que las plantas de tratamiento aseguran que el agua potable cumpla con los estándares de calidad. Paralelamente, científicos buscan nuevas estrategias para prevenir y revertir la contaminación. Por ejemplo, África Flores, becaria de National Geographic, ha desarrollado un algoritmo basado en inteligencia artificial que permite predecir la aparición de floraciones de algas. Otros investigadores trabajan en soluciones innovadoras para reducir la contaminación por plásticos.

No obstante, la lucha contra la contaminación enfrenta desafíos. Las regulaciones ambientales pueden verse afectadas por cambios políticos, como ocurrió en Estados Unidos cuando se debilitaron ciertas normativas que impedían la contaminación de ríos y lagos por parte de propietarios de tierras.

Cualquier persona puede contribuir a la protección del agua evitando el vertido inadecuado de productos tóxicos, como aceites y pinturas, y desechándolos correctamente. También es recomendable ser consciente de lo que se tira por el fregadero, ya que puede llegar a las fuentes de agua potable. La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. sugiere utilizar detergentes sin fosfatos y optar por lavar los vehículos en establecimientos especializados, que deben gestionar correctamente las aguas residuales. Por último, la instalación de tejados verdes y jardines de lluvia en zonas urbanas puede ayudar a recuperar el filtrado natural que, en entornos naturales, realizan los bosques y la vegetación.


https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/contaminacion-del-agua

Rastreando el vuelo MH370 de Malaysia Airlines a través de percebes


El análisis de las conchas de percebes transportadas por las corrientes marinas ha permitido a los científicos desarrollar nuevos métodos para rastrear la deriva de escombros oceánicos, lo que podría contribuir a delimitar la búsqueda del avión desaparecido.

Los percebes adheridos a los restos de la aeronave que llegaron a la isla de Reunión tras la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines en 2014 han llevado a investigadores a diseñar modelos innovadores para reconstruir la trayectoria de los desechos oceánicos. Estos métodos podrían, en el futuro, aportar claves para resolver uno de los mayores enigmas de la aviación.

A finales de 2024, más de diez años después del incidente, el gobierno de Malasia anunció la reanudación de la búsqueda tras recibir una propuesta de la empresa estadounidense Ocean Infinity.

Las nuevas herramientas basadas en el análisis químico y térmico de los percebes, publicadas en la revista Advances de la Unión Geofísica Americana, representan un gran avance en la reconstrucción de rutas desconocidas de restos de accidentes, plásticos oceánicos, cadáveres y otros materiales flotantes que transportan los Lepas anatifera, conocidos como percebes.

"La composición química de los percebes funciona como un registro forense de los restos a la deriva", explica Gregory Herbert, ecólogo marino de la Universidad del Sur de Florida (EE.UU.), quien comenzó a investigar el caso en 2015 tras ver imágenes de percebes adheridos a un flap del avión encontrado en Reunión.

Desde entonces, Herbert ha liderado un equipo internacional dedicado a desarrollar métodos para analizar las temperaturas oceánicas que atravesaron los percebes y convertir esos datos en una ruta de deriva que podría llevar hasta el punto del impacto.

David Griffin, oceanógrafo del gobierno australiano que ha participado en la búsqueda desde la desaparición del avión en marzo de 2014 con 239 personas a bordo, calificó este estudio como "un paso crucial para cumplir con el requisito de Malasia de contar con 'nuevas pruebas creíbles' que justifiquen retomar la búsqueda".

"Sabíamos que las conchas de los percebes contenían información clave, pero el desafío era interpretarla", señala Griffin, quien no participó en la investigación. "Este equipo ha desarrollado métodos para descifrar los datos almacenados en las conchas".

Viajeros del océano

Los percebes, presentes en todos los océanos templados y tropicales, inician su vida como larvas flotantes antes de adherirse a superficies flotantes, como madera, cascos de barcos o escombros. Se fijan con un adhesivo extremadamente potente y construyen su caparazón con carbonato de calcio y otros minerales del agua circundante, formando capas sucesivas.

Cada capa conserva señales químicas que reflejan las condiciones del agua en el momento de su formación. El estudio de estas capas, conocido como esclerocronología, es similar al análisis de los anillos de los árboles.

"Podemos imaginar la concha como un libro en el que el animal agrega páginas a medida que crece", explica Nasser Al-Qattan, profesor de geoquímica en la Universidad de Kuwait y autor principal del estudio. Descifrar la composición química de cada capa permite reconstruir el historial de temperatura del agua que atravesó el percebe.

Al-Qattan estaba realizando su doctorado en el laboratorio de Herbert en Tampa cuando las imágenes del flap cubierto de percebes dieron la vuelta al mundo. El tamaño de los ejemplares más grandes indicaba que habían estado creciendo durante más de un año, lo que sugería que algunos podrían haberse formado cerca del momento en que el avión desapareció.

Si se pudieran determinar con precisión las temperaturas de la superficie marina y la fecha en que los percebes se adhirieron al flap, el área de búsqueda se reduciría significativamente. Los oceanógrafos cuentan con registros satelitales de temperaturas oceánicas, que varían a lo largo del "séptimo arco", la región donde se cree que el avión agotó su combustible.

El hallazgo del flap generó gran expectación científica sobre la posibilidad de utilizar percebes para delimitar la zona de búsqueda. Sin embargo, la esclerocronología de estos crustáceos es un campo poco explorado. Además, al ser Reunión un territorio francés, las autoridades limitaron el acceso a la pieza y a los percebes incrustados en ella.

Un año después, los científicos franceses publicaron dos informes preliminares. El primero, liderado por Joseph Poupin, confirmó la especie, el rango de tamaño y la curva de crecimiento de los percebes del flap. El segundo, elaborado por Dominique Blamart y Franck Bassinot, analizó isótopos en algunos especímenes, proporcionando datos que Herbert y Al-Qattan usaron para modelar parte de la deriva del flap.

Herbert contactó a Anne Marie Power, experta en Lepas de la Universidad de Galway, quien crió percebes en laboratorio para estudiar su química en distintas temperaturas. Estos datos permitieron al equipo desarrollar una ecuación capaz de extraer registros precisos de temperatura del agua a partir de un percebe desconocido.

Los científicos concluyeron que es posible rastrear la temperatura del agua con una precisión de 0,1 °C, el nivel requerido para acotar el área de búsqueda. Métodos previos solo alcanzaban una precisión de 2 °C, lo que resultaba insuficiente.

Próximos pasos

Aunque el estudio representa un gran avance, aún se requiere más trabajo antes de identificar con precisión la ubicación del avión. Hasta ahora, solo se ha modelado la última etapa de la deriva del flap, basada en los percebes más pequeños encontrados en él. Los especímenes más grandes, que podrían haber viajado desde el momento del accidente, no han sido analizados debido a restricciones de acceso impuestas por las autoridades francesas.

La desaparición del MH370 sigue siendo un enigma, a pesar de la extensa búsqueda que cubrió 120.000 km² en el océano Índico con un costo de 200 millones de dólares. En 2017, la operación fue suspendida sin resultados concluyentes. Un informe del gobierno australiano calificó la situación como "inaceptable en la era de la aviación moderna", dado que millones de personas viajan diariamente en aviones comerciales y aún no se ha determinado qué ocurrió con el MH370 y sus ocupantes.

Malasia ha reiterado que solo retomará la búsqueda si se presentan pruebas "nuevas" y "creíbles".

"El caso ha perdido impulso y encontrar evidencias realmente nuevas es un gran desafío", admite Griffin. No obstante, considera que la metodología basada en percebes podría cumplir con ese criterio una vez que se aplique por completo.

La reivindicación de los percebes

Los Lepas anatifera, que filtran alimentos del agua y sirven de presa a diversas especies marinas, han sido considerados una molestia para los navegantes debido a su adhesión masiva a superficies flotantes. Sin embargo, su importancia en la ciencia forense, la conservación y la biotecnología ha comenzado a reconocerse.

Científicos italianos han usado percebes para estimar el tiempo que un cadáver había flotado en el mar Tirreno, mientras que otros investigadores los emplean para rastrear el movimiento de tortugas y mamíferos marinos.

Charles Darwin dedicó ocho años al estudio de los percebes tras encontrar un espécimen inusual durante su viaje en el Beagle. Su trabajo sobre la diversidad de estos crustáceos contribuyó a la formulación de su teoría de la evolución.

"Parecen ocho años demasiado largos, pero desde el accidente del MH370 hemos logrado calibrar un termómetro de isótopos de oxígeno para las conchas de Lepas y desarrollado una metodología innovadora para acotar la ubicación de los restos del avión", señala Power.

Para Al-Qattan, la motivación detrás de este esfuerzo ha sido una causa común: "Pensar en el cierre que esto podría traer a las familias de los pasajeros nos ha impulsado a seguir adelante".


https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2023/08/vuelo-mh370-malaysia-airlines-buscando-percebes-avion-desaparecido