jueves, 5 de marzo de 2020

Tetrabrik más sostenible.

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Pascual lanza el nuevo Tetra Brik Aseptic Bio-based, el envase para leche más respetuoso con el medio ambiente, con un 89% de materiales renovables

En un planeta amenazado por el cambio climático y en el que está en riesgo el futuro mismo del medio ambiente, la sostenibilidad se ha convertido en una de las piedras angulares del siglo XXI. La conservación de la naturaleza requiere soluciones inmediatas y urgentes, y la industria de la alimentación y bebidas es consciente del reto. Este sector industrial, que aporta el 3% del PIB español, sabe que debe integrar criterios sostenibles y el cuidado medioambiental como principios básicos de su actividad.

En este contexto, Pascual ha apostado por dar un paso más hacia una estrategia integral de sostenibilidad. Para ello ha incluido, en la última fase de su cadena de producción, un nuevo envase más respetuoso con el medio ambiente. Se trata de Tetra Brik Aseptic Bio-based, el primer tetrabrik para leche UHT, fabricado con un 89% de materiales procedentes de fuentes renovables.

La mayoría de las materias primas de este brik son de origen vegetal y renovable a partir de la caña de azúcar. Además, al igual que en los envases tradicionales, mantiene fibras de madera FSC obtenida de bosques gestionados de manera responsable. El resultado es un tetrabrik en el que se demuestra el compromiso de Pascual con la sostenibilidad, la reducción de la huella de carbono, la calidad del producto y el bienestar animal.

“El cuidado del medioambiente es uno de nuestros pilares y por el que trabajamos día a día. Es tal el foco que tenemos un propósito medioambiental como parte de nuestros objetivos de empresa anuales. Queremos que nuestros envases impacten lo mínimo en el planeta en el que vivimos”, afirma Víctor Córdoba, director general de la Unidad de Negocio Lácteo de Calidad Pascual.

Para conseguirlo, la sostenibilidad juega un papel fundamental, ya que debe estar presente desde el nacimiento del producto. Una vez diseñado y antes de su lanzamiento, los expertos consideran el impacto medioambiental del envase. Esta variable es básica a la hora de decidir sobre su salida al mercado. En opinión de Córdoba, no vale vender leche de cualquier forma. “Nosotros trabajamos para garantizar el bienestar animal en nuestras ganaderías y así ofrecer al consumidor leche de la más alta calidad. Ahora lo haremos en un envase más respetuoso con el medioambiente que nos permite cerrar el círculo de una cadena de valor sostenible”, incide. Un paso que responde directamente al propósito de la empresa, empeñada en mejorar la calidad de vida de las personas mediante la aportación de valor en las comunidades donde está presente su actividad.

Este empeño de Pascual por conseguir llevar la sostenibilidad a sus envases de leche le ha valido la certificación OK Bio-based de Máxima Renovabilidad, otorgada por el organismo de control TÜV Austria. La compañía es el primer fabricante en conseguir este reconocimiento.

Brik de origen vegetal

Un envase sostenible tiene que responder a tres cuestiones. Por un lado, la renovabilidad: la caña de azúcar y el cartón FSC son los materiales que componen el grueso de los nuevos envases. Por otra parte, la minimización del impacto ambiental, que implica que la compañía reducirá sus emisiones el equivalente al CO2 que absorben 16.456 árboles durante 30 años de crecimiento. Por último, la reciclabilidad, es decir, que el envase se puede reciclar a través del contenedor amarillo, y su fácil plegado facilita y favorece el reciclaje.

“Los envases son una pieza clave para desarrollar nuestra vida cotidiana. Si partimos de la base de que no podemos desprendernos de ellos, el mayor logro es poner en el mercado envases que mi- nimizan el impacto medioambiental en su ciclo de vida. Así aspiramos a conseguir el objetivo ideal de residuo cero”, explica María Cruz Córdoba, responsable de Ingeniería y Desarrollo de Envases y Embalajes de Pascual.

Con la innovación como uno de sus pilares, Pascual ha logrado un desa- rrollo continuado que se ha forjado de dentro hacia afuera. El primer paso fue garantizar el máximo bienestar animal en sus granjas, conscientes de que un producto excelente solo podía conseguirse a través del cuidado exhaustivo de la calidad de su origen.

Posteriormente, la responsabilidad se extendió a la reducción de la huella de carbono y el apoyo a la economía local. Para lograrlo, Pascual ha trabajado con ganaderos españoles y granjas respetuosas con la biodiversidad. Asimismo, la movilidad sostenible también forma parte de su estrategia empresarial, mediante el transporte de sus productos en una flota compuesta por vehículos propulsados por energías alternativas.

Ahora la compañía va más allá, al implantar la sostenibilidad más tangible para el consumidor con la utilización de más materiales renovables para la elaboración de los briks que contienen su leche. Un compromiso que se consolida con el objetivo de alcanzar un concepto global de alimentación sostenible, rompiendo el mito de que la importancia solo está en el interior para demostrar que el exterior, en el sector agroalimentario, cobra una relevancia cada vez mayor.

Fuente:
https://elpais.com/economia/2020/03/03/actualidad/1583239543_992407.html

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