Los cielos subsaharianos albergan al búfalo de pico rojo, un ave que se alimenta de los parásitos que habitan en la piel de animales como jirafas, cebras y gacelas. Esta ave es conocida en italiano como Bufaga y desde el año pasado, también es el nombre de una nueva empresa que tiene como objetivo limpiar el aire que respiramos cada día, al igual que el volátil africano. De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2020 hubo 238.000 muertes prematuras asociadas con la exposición a partículas de polvo fino, que principalmente provienen del transporte por carretera. Estas emisiones son producidas por motores de combustión, el desgaste de neumáticos sobre el asfalto y la fricción de los frenos.
Bufaga tiene una solución innovadora para abordar el problema de las emisiones de polvo fino. La empresa ha desarrollado un dispositivo de filtrado de aire que se puede instalar en vehículos, aprovechando el flujo de aire generado por el movimiento de un automóvil, autobús o tren.
Este dispositivo cuenta con sensores que proporcionan información en tiempo real sobre las concentraciones de contaminantes. Con sede en Roma, Bufaga está trabajando para perfeccionar su tecnología, y el aeropuerto romano de Fiumicino será el lugar donde se llevarán a cabo las pruebas del dispositivo.
El dispositivo de Bufaga no solo puede filtrar los contaminantes del aire, sino que también cuenta con sensores para monitorear la calidad del aire. Antes y después de filtrar el aire, el dispositivo mide los niveles de contaminación y proporciona datos en tiempo real sobre la efectividad del proceso. La tecnología utiliza el flujo de aire generado por el movimiento del vehículo, el cual es mantenido estable gracias a unos ventiladores que pueden ser alimentados por un módulo solar o conectarse a la batería del vehículo. De esta manera, Bufaga ofrece una solución práctica y sostenible para mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades.
Una de las ventajas del dispositivo de filtrado de aire de Bufaga es que los filtros utilizados en él pueden ser limpiados y recuperados una vez que se saturen. Pero lo que es aún más interesante es que los contaminantes capturados también pueden ser recogidos y reutilizados, por ejemplo, como materiales de relleno en la industria de la construcción. Los filtros deben ser limpiados cada ocho meses, en promedio, considerando su uso en entornos con una calidad de aire media de 25-30 μg de contaminantes por metro cúbico. Esta solución sostenible y respetuosa con el medio ambiente es una prueba más del compromiso de Bufaga con la mejora de la calidad del aire y la protección del planeta.
Fuente:
https://ecoinventos.com/bufaga-clean-air/
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