lunes, 16 de junio de 2025

El brillo peligroso del glitter: una amenaza ambiental en ascenso

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 La purpurina, tan común en fiestas, maquillajes y decoraciones, esconde un problema ambiental grave que crece con el tiempo. Lo que parece un detalle festivo termina dispersándose en playas, ríos y océanos, afectando los ecosistemas.

Este material está hecho principalmente de plástico PET cubierto con capas metálicas, que no se biodegrada y se fragmenta en micro y nanoplásticos, volviéndose una fuente persistente de contaminación marina.

Investigaciones recientes muestran que la purpurina no es inerte: altera procesos naturales en el océano, promoviendo la formación anormal de minerales como el carbonato de calcio. Esto afecta directamente a especies marinas que necesitan estos minerales para sus conchas y esqueletos, desde corales hasta moluscos, poniendo en riesgo su supervivencia.


Más que un simple brillo: un impacto serio en la vida marina


La purpurina actúa como un soporte para la cristalización rápida, interfiriendo en la biomineralización vital para el océano. Estos cristales crecen en su superficie, causando que la purpurina se rompa en fragmentos más pequeños que entran en la cadena alimentaria marina, desde el plancton hasta peces grandes.

Este proceso no solo desequilibra la vida marina, sino también el ciclo químico del océano, que es clave para la regulación climática mundial. Si esta contaminación persiste, la función del océano en el ciclo del carbono podría verse comprometida.

Un peligro global oculto tras el brillo

El uso habitual de purpurina también representa riesgos para la salud humana, ya que sus partículas pueden ser inhaladas o entrar en contacto con mucosas, causando irritaciones o reacciones en personas sensibles, especialmente por su uso en cosméticos.

La presencia de microplásticos en la cadena alimentaria marina está documentada, pero la purpurina, por su composición y reactividad, es uno de los contaminantes más difíciles de controlar. Lo que parece inofensivo en una fiesta, puede tener efectos irreversibles bajo el agua.

Este problema resalta la urgencia de limitar el uso de materiales sintéticos contaminantes y fomentar alternativas biodegradables, no como una moda, sino como una necesidad ambiental.

Además, la purpurina se adhiere con facilidad a la ropa, piel y superficies, dificultando su control y limpieza en lugares públicos o privados, generando contaminación cruzada.

Por último, su eliminación implica costos elevados para la higiene y el tratamiento de aguas residuales, que terminan siendo cubiertos por instituciones públicas o privadas.


Fuente: https://www.canal26.com/planeta/la-purpurina-y-su-brillo-podrian-convertirse-en-una-nueva-amenaza-ecologica--426941

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