El Gobierno mexicano invertirá más de nueve millones de dólares en obras hídricas, riego y limpieza de ríos para asegurar el abasto nacional, en medio de la presión por cumplir con los compromisos de agua pactados con Texas.
En 2015, la OTAN simuló un conflicto internacional causado por la escasez de agua. Aunque esa guerra no se ha materializado, los enfrentamientos por este recurso vital han aumentado. México ha estado involucrado en 30 disputas hídricas en cinco años, cuatro de ellas con EE UU. Con un panorama climático adverso y bajo las reglas del Tratado de Aguas de 1944, la presidenta Claudia Sheinbaum comienza a tomar medidas urgentes.
El país arrastra problemas graves: la mayoría de sus grandes ríos están contaminados, la sequía persiste y la distribución del agua es desigual. A esto se suma una deuda hídrica con EE UU cercana a los 1.500 millones de metros cúbicos, que debe saldarse antes de octubre. En redes, Donald Trump acusó a México de “robar agua” y amenazó con sanciones.
Aunque en el papel México recibe más agua de la que entrega, en los últimos años ha incumplido el tratado, lo que ha generado roces con agricultores texanos. Tras semanas de negociaciones, se alcanzó un acuerdo: México deberá enviar entre 400 y 518 millones de metros cúbicos en seis meses, volumen similar al que ha entregado en cinco años.
La situación es crítica: el 65% del país enfrenta sequía, y las principales presas binacionales están casi vacías. La solución será recurrir a fuentes alternativas como el río San Juan (en Nuevo León), la presa El Granero (en Chihuahua), y otros seis ríos tributarios del Bravo.
“Se entrega hasta donde sea posible. Lo primero es garantizar el derecho humano al agua y el riego agrícola”, dijo Sheinbaum. También anunció una inversión histórica de 186.500 millones de pesos hasta 2029, enfocada en infraestructura hídrica.
Entre las obras prioritarias están la desaladora de Rosarito (Baja California), un nuevo acueducto en Colima, y una presa en Durango. También habrá mejoras en presas de La Paz, Zacatecas, Hermosillo y Oaxaca; acueductos en varios estados; una planta potabilizadora para La Laguna (Coahuila); y obras de protección hídrica en Tabasco y Acapulco, esta última con 1.800 millones de pesos destinados a adaptación climática.
El plan incluye además la tecnificación de riego para 240.000 hectáreas, con una inversión inicial de 7.700 millones de pesos, y un ambicioso programa de saneamiento para los ríos Tula, Atoyac y Lerma-Santiago, considerados altamente contaminados.
Marcelo Ebrard advirtió recientemente sobre el nuevo orden económico global, con más proteccionismo y tensiones. Ante ese contexto, Sheinbaum plantea un México más autosuficiente, lo cual no será posible sin garantizar el acceso al agua.
https://elpais.com/mexico/2025-05-08/sheinbaum-se-alista-para-la-batalla-por-el-agua-con-estados-unidos.html
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