La crisis en Haití sigue agravándose. Los desplazamientos forzados por el dominio de más de 180 bandas criminales, la pérdida de cultivos y la pobreza están dejando sin alimento a millones. El último informe conjunto de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos revela que Haití está entre los cinco países con mayor riesgo de inanición, una condición severa de desnutrición donde el cuerpo consume sus propios tejidos para sobrevivir. La mitad de su población, unos 5,7 millones, sufre hambre; de ellos, cerca de 3 millones se encuentran en una fase catastrófica o de emergencia entre marzo y junio. La llegada de la temporada de huracanes podría agravar aún más la situación. “No hacer nada no es una opción”, afirma Lola Castro, directora regional del PMA.
El informe “Puntos críticos de hambre” identifica la violencia y los desastres como las causas principales de inseguridad alimentaria en Haití, que encabeza la lista por tercer año consecutivo junto a Palestina, Sudán, Sudán del Sur y Mali. En estos países, la violencia armada es un factor común. Los conflictos mundiales aumentaron un 25% en 2024 respecto a 2023, y los datos de 2025 sugieren que la violencia persistirá. Por ello, ambas agencias advierten que la crisis alimentaria podría empeorar en 13 países y territorios.
Castro expresa gran preocupación por Haití: “Desde 2018 la situación ha ido empeorando y no solo afecta a Haití, sino a toda la región”. La violencia ha provocado la migración de millones a Estados Unidos o República Dominicana, donde una parte sobreviven en agricultura y construcción, a pesar de las duras políticas migratorias.
Para combatir el hambre en Haití, Castro insiste en que se necesita paz y que cesen los conflictos. Relata que, tras visitar el país, vio cómo barrios enteros son destruidos, cultivos abandonados y personas desplazadas sin acceso a cocinas, lo que agrava la inseguridad alimentaria.
Desde junio, Haití enfrenta la temporada de huracanes en el Atlántico, con entre 13 y 19 tormentas previstas, de las cuales hasta 10 podrían convertirse en huracanes, arrasando cosechas y viviendas en un país con infraestructuras débiles.
Además, Castro denuncia la falta de fondos suficientes para mitigar la crisis, no solo por recortes de Usaid. “Buscamos al menos 46 millones de dólares para los próximos seis meses; nuestros almacenes de alimentos están a la mitad. Escuchamos el reloj correr”, advierte.
Colombia y Bolivia también en alerta por hambre
En Bolivia, la inseguridad alimentaria está relacionada con la inflación. Aunque el país produce alimentos, el costo de la canasta básica impide el acceso a muchos. Un 19% de la población, cerca de 2,2 millones, no puede alimentarse adecuadamente. La crisis climática también golpea fuerte, con incendios que arrasaron 12 millones de hectáreas de suelo productivo el año pasado. Las inundaciones recientes, declaradas emergencia nacional, son consideradas la peor crisis climática en 40 años y afectarán la producción de maíz.
Castro concluye que la combinación de violencia y cambio climático genera un impacto grave en la región. Aunque algunos agricultores siguen trabajando, la situación alimentaria es muy preocupante.
Fuente: https://elpais.com/america-futura/2025-06-16/haiti-entre-los-cinco-paises-del-mundo-con-riesgo-de-inanicion-no-hacer-nada-no-es-una-opcion.html
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