En México, la violencia contra defensores ambientales y del territorio continúa en aumento. Un informe del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) revela que en 2024 los asesinatos de activistas subieron un 25 %, mientras que las amenazas, intimidaciones y procesos de criminalización mantienen en alerta a comunidades de todo el país.
Entre las víctimas se encuentra Cristino Castro, impulsor de la protección del ecosistema costero de Barra de la Cruz, en Oaxaca. Su trabajo logró que un área fuera declarada santuario de tortugas marinas, pese a presiones de intereses turísticos e inmobiliarios. Fue asesinado este año.
También fue asesinado Marco Suástegui, defensor del agua y del territorio en Guerrero, quien además lideraba la búsqueda de su hermano desaparecido desde 2021. El crimen ocurrió en abril en Acapulco.
La violencia también golpea a quienes se oponen al Tren Interoceánico. En Oaxaca, el asesinato de Arnoldo Romero, autoridad responsable de la administración de tierras comunitarias, encendió las alarmas entre defensores que denuncian amenazas y detenciones arbitrarias relacionadas con el megaproyecto.
El aumento de los ataques contra defensores ambientales en México revela una crisis de derechos humanos vinculada a la protección de los ecosistemas y los territorios. La falta de garantías de seguridad y de acceso a la justicia no solo pone en riesgo la vida de quienes defienden la naturaleza, sino también el futuro de las comunidades y la biodiversidad del país.
Fuente: https://es.mongabay.com/2025/07/asesinatos-amenazas-criminalizacion-defensores-ambientales-mexico/
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