miércoles, 5 de julio de 2023

El futuro del agua en Nuevo León

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En México, los desafíos que explican la crisis del agua son complejos y tienen múltiples factores, y se experimentan diariamente en diferentes escenarios y manifestaciones, pero todos comparten un sentido de urgencia y un llamado a la colaboración entre la industria, el campo, los gobiernos y la sociedad civil. En el estado de Nuevo León, la presencia o ausencia de lluvias, que ya no sigue un patrón cíclico debido al cambio climático, puede ser tanto un problema como una "bendición" dependiendo del terreno, el contexto y, especialmente, la realidad de quienes viven allí.


En el año pasado (2022), el estado enfrentó una situación de sequía y escasez de agua que se consideró crítica. Esto puso de manifiesto la insuficiente y deteriorada infraestructura, así como el crecimiento desmedido de la población.


Además de la falta de lluvia, el manejo inadecuado de las presas, las fugas constantes y la falta de inversión en infraestructura por parte del gobierno anterior, agravaron la problemática del estrés hídrico. Esto puso en riesgo la capacidad de las principales presas de la región, como La Boca, Cerro Prieto y El Cuchillo, que representan el 60% del suministro total de agua con una capacidad de 8,500 litros por segundo. Cuando se agotan las dos primeras presas, se genera un déficit de -3,500 litros por segundo.


Según información de la CONAGUA, Monterrey, una de las ciudades más importantes y productivas de México, enfrenta el desafío de abastecer diariamente el equivalente a 600 albercas olímpicas, es decir, 16,000 metros cúbicos de agua por segundo. Sin embargo, existen diversos desafíos que deben superarse para lograrlo. Estos incluyen el desperdicio del 57% del agua recibida en el sector agrícola debido a la falta de infraestructura adecuada, fenómenos naturales como la evaporación, la infiltración en el suelo y las fugas, así como la falta de tecnificación y un uso irresponsable del agua en los hogares, lo que resulta en una escasez de agua suficiente para cubrir las necesidades de la región.


A pesar de estos desafíos, Nuevo León ha abordado esta problemática de manera ejemplar. El estado ha comenzado a revertir la situación de manera significativa, y la llegada anticipada de lluvias en 2023 ha brindado un alivio importante. Sin embargo, es importante mantener cierta cautela según señala Horacio Martínez, Director del Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León (IPA), y no bajar la guardia ante los desafíos que aún están por venir.


Según Martínez, es crucial contar con una conciencia ambiental y desarrollar resiliencia frente a un mundo en constante cambio y crisis climática. Esto debe ir de la mano con una gobernanza efectiva y justa en temas ambientales, así como con la implementación de innovaciones en el ámbito hídrico y una clara orientación hacia la sustentabilidad. Además, es necesario contar con un diseño urbano bien planificado.


El director del IPA advierte que, para el año 2048 o 2049, se espera que el área metropolitana supere los diez millones de habitantes, aunque esta cifra podría alcanzarse incluso antes si se mantiene la tendencia de crecimiento acelerado, lo cual añadiría una mayor complejidad a la situación actual.


Aunque el desafío hídrico en Nuevo León es complejo y diverso, se ha logrado avanzar en conjunto para superar diferencias políticas, comerciales e incluso necesidades contradictorias entre los habitantes. El objetivo común es aprovechar y preservar el agua disponible.


En comparación, Eduardo Vázquez Herrera, director ejecutivo de Agua Capital, destaca las diferencias entre las dos principales ciudades del país, Monterrey y Ciudad de México, que enfrentan desafíos similares en cuanto al agua.


"La perspectiva consiste en adoptar un enfoque preventivo y proactivo para abordar el fenómeno del agua cada año y tomar decisiones informadas. Esto implica desarrollar nuevos modelos de gestión del agua, mecanismos de toma de decisiones, herramientas presupuestarias, políticas, regulaciones y esquemas de participación social. En Monterrey, se ha observado una afectación significativa en las áreas naturales, pero también se están implementando numerosos esfuerzos para prevenir la deforestación de las fuentes de agua y reducir el uso intensivo del agua en la agricultura, que es el principal consumidor en la región. Es crucial abordar este tema desde una perspectiva de resiliencia hídrica, lo que implica implementar acciones y estrategias que promuevan la gestión del agua de manera circular, incluyendo un mayor tratamiento, reutilización y captación", sostiene el experto.


Además de la falta de interés en una colaboración integral y urgente entre ambientalistas, gobiernos, empresas, agricultores y la sociedad en general, la falta de acción en relación al estrés hídrico en Nuevo León podría conducir a un escenario de escasez aún más grave. Esto podría resultar en racionamientos extremos, enfermedades, disminución de la productividad e impacto en los índices de desarrollo, e incluso plantear desafíos de seguridad nacional en un futuro que parece estar cada vez más cercano.


Según los expertos, el futuro del agua en la entidad depende en gran medida del trabajo en equipo, así como del incremento y uso eficiente de los presupuestos asignados, y de una disposición abierta e integral por parte de todos los involucrados. "Los expertos sugieren que debemos destinar un presupuesto fijo y constante durante los próximos diez años para estos proyectos, que ronde los 130.000 millones de pesos al año. Aunque suene a una cantidad considerable, no lo es tanto si lo comparamos con el presupuesto de egresos de la Federación actual, que asciende a 8,6 mil millones de pesos. Estamos hablando de un asunto fundamental: la supervivencia. Además, debemos considerarlo como un tema de seguridad nacional. En el Consejo Consultivo del Agua, buscamos aliados estratégicos con quienes colaborar, que tengan avances en la materia y con quienes podamos compartir experiencias. Necesitamos la participación de expertos en aspectos técnicos del agua que puedan aportar sus conocimientos. Es importante que nos acerquemos a los tomadores de decisiones, ya sea a través de foros relevantes o transmitiendo los mensajes necesarios. Lo crucial es que este enfoque sea constante, planificado y progresivo, combinando alternativas de evolución y solución", reflexiona Raúl Rodríguez, presidente del Consejo Consultivo del Agua.


En los próximos años, tanto Nuevo León como todo México deberán continuar enfocándose en el uso eficiente del agua, en su constante cuidado y en la transformación de una cultura que promueva el uso sustentable de este recurso natural. Aunque esta meta es alcanzable, todavía parece estar lejos y es más urgente de lo que se suele creer.


Fuente: https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2023-07-03/infraestructura-consciencia-y-sustentabilidad-repensando-el-futuro-del-agua.html


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