lunes, 25 de noviembre de 2024

Cuando el iceberg mas grande del mundo se dividió

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Todo comenzó con una grieta masiva. A finales de 2016, científicos detectaron una fisura que se extendía rápidamente a lo largo de la plataforma de hielo Larsen C en la Antártida Occidental. En pocos meses, esa grieta provocó la separación de uno de los icebergs más grandes jamás registrados.

La enorme masa de hielo, que cubría un área superior a 5,700 kilómetros cuadrados y tenía un grosor de 235 metros, permaneció inmóvil durante un año, atrapada en el hielo marino. Pero luego empezó a moverse hacia el norte, empujada por corrientes oceánicas y vientos. Este iceberg, denominado A-68, emprendió un viaje de tres años y medio, que lo llevó desde la Antártida hasta una isla en el Océano Austral.

El A-68 se convirtió en un fenómeno mediático en la Navidad de 2020, cuando su trayectoria capturó la atención global. Aunque existía la preocupación de que colisionara con la isla de Georgia del Sur y causara un desastre ecológico, el iceberg comenzó a fragmentarse antes de llegar. Al desintegrarse, liberó grandes volúmenes de agua dulce en el océano, alterando el ecosistema marino.

Científicos aprovecharon la oportunidad para estudiar el impacto de estos gigantes de hielo en el océano. Descubrieron que, durante su recorrido, el A-68 sirvió de refugio temporal para diversas especies marinas. También alteró la estructura de las aguas circundantes, creando condiciones únicas para la vida marina. El iceberg A-68, con su vida transitoria, proporcionó datos valiosos para entender cómo estos fenómenos afectan a los océanos y al clima.

El desprendimiento de la plataforma Larsen C permitió a los científicos observar un tramo del lecho marino que había estado oculto durante miles de años. Aunque la oportunidad inicial para estudiar la zona se perdió debido a la presencia de hielo marino, el viaje del A-68 ofreció otras posibilidades para la investigación. Los datos recopilados mostraron que la fusión del iceberg liberó nutrientes y alteró la dinámica del agua, creando ecosistemas efímeros alrededor del iceberg.

El caso del A-68 destaca la importancia de entender el comportamiento de los icebergs en un mundo afectado por el cambio climático, ya que fenómenos similares serán cada vez más comunes a medida que las capas de hielo continúan derritiéndose.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/articles/czxv76n1g26o

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