El glaciar Thwaites en la Antártida Occidental es el más ancho del mundo y se estima que es del tamaño aproximado de Florida. Si bien los científicos ya habían observado que perdía hielo a un ritmo acelerado desde la década de 1970, la falta de datos históricos precisos dificultaba determinar cuándo comenzó exactamente este proceso.
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences proporciona ahora una respuesta a esta incógnita. Al examinar núcleos de sedimentos marinos obtenidos del lecho oceánico, los investigadores han identificado que el retroceso del glaciar comenzó en la década de 1940, probablemente desencadenado por un evento de El Niño extremadamente fuerte, una fluctuación climática natural conocida por su impacto de calentamiento.
Desde entonces, el glaciar no ha logrado recuperarse, lo que podría reflejar el creciente impacto del calentamiento global inducido por humanos. El colapso total de Thwaites podría aumentar el nivel del mar en más de 60 centímetros y amenazar la estabilidad de la Capa de Hielo de la Antártida Occidental, con consecuencias devastadoras a nivel global.
Estos hallazgos son especialmente significativos porque coinciden con investigaciones previas sobre el glaciar Pine Island, otro importante río de hielo antártico que también comenzó a retroceder en la década de 1940. Esta correlación sugiere que ambos eventos están siendo impulsados por fuerzas comunes, lo que subraya la urgencia de abordar el cambio climático.
Para reconstruir la historia de Thwaites, los científicos recolectaron núcleos de sedimentos oceánicos a lo largo del glaciar, proporcionando una línea de tiempo detallada de su pasado. Estos datos revelan que el retroceso fue desencadenado por un El Niño extremo en un momento en que el glaciar ya estaba experimentando una fase de fusión, lo que exacerbó su vulnerabilidad.
La investigación destaca la complejidad y la sensibilidad de los glaciares ante los cambios climáticos. Una vez que se desencadenan procesos de fusión significativos, puede resultar extremadamente difícil detenerlos, incluso si las condiciones climáticas se estabilizan. Esto subraya la importancia de abordar el cambio climático para mitigar los impactos en los glaciares y el nivel del mar.
La Antártida, a menudo llamada el "gigante dormido", sigue siendo objeto de estudio mientras los científicos intentan comprender su vulnerabilidad frente al calentamiento global. Este estudio proporciona una perspectiva inquietante sobre el futuro del hielo en la región, destacando la necesidad urgente de acciones para abordar el cambio climático y proteger los ecosistemas polares.
Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2024/02/27/glaciar-fin-del-mundo-thwaites-antartida-derrite-cientificos-evidencia-cuando-comenzo-por-que-trax/
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