martes, 5 de diciembre de 2023

Los científicos han descubierto un uso inesperado para los residuos de café.

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Un grupo de investigadores australianos ha logrado crear un tipo de hormigón un 30 % más resistente utilizando los posos de café, que son comúnmente desechados y generan alrededor de 10.000 millones de kilogramos de residuos cada año en todo el mundo. Este hallazgo podría cambiar la forma en que se manejan estos desechos.

Según explicó Rajeev Roychand, ingeniero de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne (RMIT), la eliminación de residuos orgánicos plantea desafíos ambientales considerables al liberar grandes cantidades de gases de efecto invernadero, incluyendo metano y dióxido de carbono, que contribuyen al cambio climático.


En un contexto en el que la demanda de hormigón está en aumento debido al auge en el mercado de la construcción, este descubrimiento es relevante, ya que el proceso de producción del hormigón requiere muchos recursos y plantea problemas ambientales adicionales. Explica Jie Li, otro ingeniero de la RMIT, que la extracción continua de arena natural para satisfacer esta demanda tiene un impacto significativo en el medio ambiente y destaca la importancia de mantener un suministro sostenible de arena.


Para utilizar los posos de café en la fabricación de hormigón, los investigadores llevaron a cabo un proceso de pirólisis, calentando los residuos a más de 350 grados centígrados en un entorno con bajo nivel de oxígeno. Este proceso transforma los residuos en un carbón poroso rico en carbono llamado biocarbón, capaz de integrarse en la matriz de cemento del hormigón. Aunque también probaron una pirólisis a 500 grados centígrados, descubrieron que las partículas de biocarbón resultantes no tenían la misma resistencia.


El equipo de investigación advierte que aún deben evaluar la durabilidad a largo plazo de este nuevo producto de cemento. Actualmente, están llevando a cabo pruebas para entender cómo se comporta este nuevo híbrido de café-cemento frente a ciclos de congelación/descongelación, absorción de agua, abrasión y otros factores estresantes.


Además, están explorando la posibilidad de crear biocarbón a partir de otras fuentes de residuos orgánicos, como madera, residuos alimentarios y residuos agrícolas. Según Shannon Kilmartin-Lynch, ingeniera del RMIT, esta investigación aún está en sus primeras etapas, pero los descubrimientos ofrecen una forma innovadora de reducir la cantidad de residuos orgánicos enviados a vertederos, algo que alinea con una perspectiva indígena de cuidar el entorno y minimizar el impacto ambiental.


Fuente: https://www.muyinteresante.es/actualidad/61347.html


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