lunes, 5 de junio de 2023

¿Cómo se utilizan las ondas Kelvin detectadas por la NASA para pronosticar el fenómeno de El Niño?

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Los expertos en estudios climáticos han estado emitiendo advertencias desde hace meses sobre la posible aparición del fenómeno de El Niño durante el verano del hemisferio norte, debido a las condiciones actuales en el Océano Pacífico.


La última vez que se produjo El Niño fue en 2016 y tuvo efectos significativos en todo el mundo, contribuyendo al aumento récord de las temperaturas globales, la pérdida de bosques tropicales, el blanqueamiento de corales y el deshielo polar.


La posibilidad de un El Niño potente en los próximos meses es motivo de preocupación para los científicos, especialmente en un contexto en el que se ha observado un calentamiento "rápido e inesperado" de los océanos. Esto, en combinación, podría llevar a temperaturas globales récord entre 2023 y 2024.


Para predecir el fenómeno de El Niño, los científicos evalúan diversos factores, como la velocidad de los vientos alisios y las temperaturas de las aguas oceánicas tanto en la superficie como en las profundidades. Además, los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA utilizan imágenes satelitales para analizar las llamadas ondas Kelvin y así mejorar la precisión de las predicciones sobre la probabilidad de la formación de El Niño.


Nadya Vinogradova Shiffer, científica del programa Sentinel-6 de la NASA, explicó que al medir los niveles del mar utilizando altímetros en el espacio, no solo se observa la forma y altura del agua, sino también el movimiento de ondas como las Kelvin.


Pero, ¿qué son exactamente estas ondas que han captado la atención de los expertos de la NASA en las últimas semanas y por qué las utilizan para predecir fenómenos como El Niño?


Las ondas que vemos en la playa se generan debido a la presión atmosférica sobre el agua: los cambios en la presión causan la compresión y expansión del agua en la superficie, creando las olas. Durante este movimiento ondulatorio, las aguas cálidas de la superficie se mezclan con las aguas más frías de las profundidades, generando corrientes.


Las ondas Kelvin, descubiertas en 1879 por William Thompson (posteriormente conocido como Lord Kelvin), siguen el mismo principio. Según el JPL, estas ondas tienen una altura aproximada de entre 5 y 10 centímetros en la superficie del océano y cientos de kilómetros de ancho, moviéndose de oeste a este.


Cuando se forman en el ecuador, como se ha observado en las últimas semanas, las ondas de Kelvin transportan agua cálida, asociada con niveles elevados del mar, desde el Pacífico occidental hacia el Pacífico oriental y la costa oeste de Sudamérica.


Las ondas Kelvin que aparecen en la primavera del hemisferio norte se consideran como indicadores previos de la formación de El Niño, un fenómeno caracterizado por niveles del mar más altos y temperaturas oceánicas más cálidas de lo normal a lo largo de las costas occidentales de América.


Debido al mayor calor en estas aguas, se produce una mayor evaporación, lo que a su vez genera mayores precipitaciones y eventos climáticos extremos.


"Las ondas Kelvin suelen ser un precursor de El Niño", comenta Josh Willis, investigador de la NASA, en una entrevista con BBC Mundo. "En los últimos años (1996-1997, 2015-2016), se observaron ondas Kelvin antes de que ocurrieran varios eventos históricos de El Niño".


Las imágenes satelitales permiten a los científicos tener una mejor comprensión visual de la distribución de las temperaturas en el océano Pacífico y, potencialmente, de la intensidad del El Niño que se está formando.


"Aunque es muy probable que tengamos El Niño este año, todavía debemos esperar para saber si será fuerte o débil", afirma Willis. Sin embargo, lo que se puede afirmar con certeza es que, debido al aumento de las temperaturas globales causadas por el cambio climático, cualquier incremento adicional, como el que podría traer El Niño, tendrá consecuencias significativas.


Los datos satelitales recopilados entre marzo y abril revelaron que para el 24 de abril, las ondas Kelvin habían acumulado niveles más altos de aguas cálidas en las costas de Perú, Ecuador y Colombia, según informó el JPL en su comunicado. Estos datos se reflejaron, por ejemplo, en los aumentos históricos de las temperaturas reportados por Perú durante abril.



Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-65692034

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