miércoles, 30 de octubre de 2019

¿Quieres frenar el cambio climático? Esto puede ayudarte

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Cuidar del planeta está de moda, y eso es bueno. Más allá de la exposición mediática de figuras como la adolescente sueca Greta Thunberg y sus Fridays for Future, un movimiento que se ha expandido como la pólvora por todo el mundo, “el compromiso medioambiental ha arraigado profundamente en la conciencia de la sociedad y, especialmente, en la de los más jóvenes. Los problemas derivados de la contaminación y el cambio climático no hacen sino reforzar la necesidad de actuar”.
“Cuando se habla de todo esto, en lo primero que piensas es en plantar árboles y crear jardines, pero hay mucho más”, recuerda Alejandro Carbonell, CEO de la startup valenciana Green Urban Data. “Desde psicólogos que estudian el impacto de las zonas verdes en las personas, hasta investigadores que evalúan los efectos de la contaminación en la salud”.
El medio ambiente es cuestión de todos
Ciudad de México, México, en octubre del 2019, México Ambiental. – La vida en las ciudades cada vez es más calurosa. El concreto absorbe e irradia luz solar, complementado a la concentración de personas, automóviles y maquinarias que aumentan las temperaturas. Por eso, las urbes son entre 5° y 9°C más cálidas que en las áreas rurales.
El calor extremo ha traído como consecuencia, la veloz demanda de unidades de aire acondicionado. El consumo de energía de estos aparatos ha impulsado aún más el aumento de temperaturas y de emisiones de gases de efecto invernadero.
Las ciudades y sus habitantes seguirán tomando medidas para mantenerse frescos, en especial frente al aumento en la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, que afectan gravemente el funcionamiento de las ciudades y la salud de sus ciudadanos.
Las muertes relacionadas por el calor y la reducción de la productividad laboral están en aumento, se estima en 2.2% horas de trabajo perdidas en todo el mundo en el año 2030. Para 2050, 1.600 millones de personas podrían enfrentar temperaturas máximas promedio de verano de 35 °C -aproximadamente 1.400 millones más personas que hoy-.
“Alrededor de 40% de la energía consumida por los edificios en todo el mundo se usa para calefacción y refrigeración de espacios”, dice Martina Otto, quien dirige la secretaría de la Alianza Global de Edificios y Construcción (GlobalABC) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los sistemas de refrigeración activa deben ser más limpios y eficientes mientras diseñamos edificios con una refrigeración pasiva e incluimos soluciones basadas en la naturaleza en edificios y espacios públicos urbanos. Necesitamos pasar de la noción de enfriamiento del espacio a una noción de confort térmico.
Las ciudades están trabajando en soluciones innovadoras, como la inversión en energías renovables, techos y fachadas verdes, y paisajismo urbano con soluciones basadas en la naturaleza, como los corredores verdes, una oferta bien articulada de espacios públicos.
Todo apunta a las renovables, ya que México tiene el potencial para el uso y  avance de estas tecnologías. “El mundo tiene que aprender a depender de sí misma en temas energéticos, y el camino es el de las energías renovables y la eficiencia energética. Cuanto más se invierta en esto, mejor”, sostiene Juan José Coble, director del Máster en Energías Renovables y Eficiencia Energética en la Universidad Nebrija. Según el último informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por sus siglas en inglés), a finales del 2018 había ya 11 millones de personas trabajando en el campo de la energía renovable en todo el mundo. Ingenieros de proyectos en energías renovables, especialistas en operación y mantenimiento, ingenieros de diseño, project managers o técnicos comerciales de los que 3,6 millones se sitúan en el sector fotovoltaico, dos millones en el sector de biocombustibles líquidos, dos en centrales hidroeléctricas y 1,16 en el sector eólico, además de otros 800.000 profesionales dedicados a la energía solar. Un sector en el que además se está equilibrando la balanza de género, con un 32 % de los puestos ocupados por mujeres.
Está claro que las ciudades más grandes del mundo tienen un amplio menú de opciones para elegir. Pueden predicar con el ejemplo a través de contrataciones sostenibles en sus propios edificios, uso de energías renovables, emitir estándares de desempeño, usar su autoridad de planificación y establecer alianzas con el sector privado. Al aprovechar estas alternativas, los gobiernos locales pueden reducir el calor en las ciudades y ayudar a encaminar al mundo hacia un futuro más fresco.

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