Todos hemos sido testigos de un enfriamiento y calentamiento del clima sobre todo los que nacieron en la segunda mitad del siglo pasado.
La preocupación por el enfriamiento llegó a tal punto que revistas prestigiosas como el Time o Newsweek publicaron portadas y artículos donde se decía si nos dirigíamos hacia una nueva glaciación. Las temperaturas medias medidas en la Tierra vían descendiendo desde mitad de la década de los 40.
Pero, desde 1975 las temperaturas medidas han ido incrementándose hasta llegar a batir récords de calentamiento mensuales y anuales desde que se tienen datos de estaciones meteorológicas. Para etapas se dispone de lo que cronistas e historiadores han contado en sus escritos, lo que se extiende hacia atrás en el tiempo, como máximo, hasta que nació la escritura, allá por el cuarto milenio.
Gracias a las rocas se puede saber cómo se movía los vientos en esa área para el intervalo temporal correspondiente, como uno de los rasgos que caracteriza el clima de una zona. Que ese clima era árido y esto permitía que el viento moviera los granos sueltos de arena.
Un cambio climático no es ninguna novedad en la historia de la Tierra. Por el contrario, es más la regla que la excepción.
En las épocas glaciares a las que ha pasado la tierra, nos podemos dar cuenta que están jalonadas de ciclos de calentamiento-enfriamiento denominados ciclos de Dansgaard-Oeschger. Algo similar ha ocurrido con los cambios ambientales que también se han sucedido a lo largo de la historia de la Tierra, como los cambios del nivel del mar, entre otros cambios globales.
Fuente:
https://www.ambientum.com/ambientum/cambio-climatico/somos-testigos-de-los-cambios-del-clima.asp
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