La Comisión Europea, basándose en la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), establece un límite de 0,5 miligramos de mercurio por kilo (mg/kg) para productos del mar, que se reduce a 0,3 mg/kg para peces pequeños como sardinas y anchoas, y se eleva a 1 mg/kg para el atún. Julie Guterman, investigadora de Bloom, señala que no hay justificación para esta diferencia, ya que el mercurio es igualmente tóxico en cualquier pescado. En muchos países, la regulación se aplica solo al atún fresco, pero no al enlatado, que pierde agua y puede concentrar más mercurio. Aesan confirma que en España el límite se aplica a todo el atún, incluido el enlatado.
El estudio analizó 148 latas en cinco países (España, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania) y encontró que 15 de ellas superaban el límite, llegando una en Francia a cuadruplicarlo. Si se aplicara el límite más estricto de 0,3 mg/kg, casi el 60% de las muestras incumplirían. La Aesan informa que en 2023 realizó 319 análisis de mercurio en productos pesqueros, con un 8% de resultados por encima del límite, pero ninguna infracción en atún en lata. En 2013, una revisión de 20 latas mostró un promedio de 0,26 mg/kg de mercurio, dentro de la norma.
Roberto Alonso, secretario general de Anfaco-Cecopesca, que agrupa a 250 empresas del sector, asegura que el límite es seguro para la salud. Destaca la importancia de la Ingesta Semanal Tolerable (IST), fijada en 1,3 microgramos por kilo de peso corporal, para garantizar un consumo seguro dentro de una dieta equilibrada. Además, señala que en la última década han analizado 8.000 muestras, con una media de mercurio de 0,29 mg/kg y una mediana de 0,19 mg/kg, ya que las latas suelen contener ejemplares pequeños de túnidos.
Critica también la falta de claridad en la metodología del informe, que dificulta valorar la representatividad de la muestra. Asegura que si se detectan excedencias en los límites, las empresas desechan esos lotes y mantienen estrictos controles de calidad. Javier Garat, de Cepesca, coincide en que el informe no refleja la realidad y recuerda que la Aesan garantiza el cumplimiento de la normativa. Explica que los barcos pesqueros realizan controles de metales pesados, y retiran cualquier lote que exceda los límites legales. Añade que los túnidos contienen selenio, que reduce la toxicidad del mercurio, ya que el cuerpo elimina el compuesto mercurio-selenio de forma natural.
La Comisión Europea establece los límites de seguridad alimentaria a partir de los informes de la EFSA, que considera los contaminantes ambientales como el mercurio, siguiendo el principio de mantener su presencia “lo más baja posible” (Alara). Este enfoque busca equilibrar la seguridad sanitaria con la capacidad de la industria para cumplir los límites sin afectar la producción. La EFSA subraya que el mercurio se acumula en peces grandes, como el atún, que están en la cima de la cadena alimentaria y viven más tiempo, justificando así un límite más alto para estos pescados en comparación con los más pequeños.
Ni la EFSA ni la Comisión Europea han respondido aún al informe. La Comisión aclara que los límites de contaminantes se establecen según el reglamento de la UE, tras evaluar el riesgo para la salud. En el caso del mercurio, la EFSA verifica que la exposición de los consumidores no supere la IST. Con los datos de la Aesan, que indican una media de 0,26 mg/kg de mercurio en latas españolas, el consumo de seis latas típicas por semana sería seguro para una persona de 80 kilos. Bloom y Foodwatch, sin embargo, piden a las autoridades que reduzcan estos límites.
La Aesan aconseja evitar el atún rojo, pez espada, tiburón y lucio a mujeres embarazadas, madres lactantes y niños menores de 10 años, ya que el mercurio puede afectar el desarrollo neurológico, causando problemas cognitivos, motores y de atención. Garat, de Cepesca, aclara que esta advertencia se refiere solo al atún rojo, mientras que las latas suelen contener otras especies (como listado, rabil o patudo), que tienen niveles más bajos de metales pesados. Esta recomendación de Aesan se lanzó en 2019 tras estudios que mostraban que una dieta basada en pescados con bajo contenido en mercurio, como anchoas o salmón, reduce la exposición a este contaminante y la acumulación de mercurio en el cuerpo.
Fuente: https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2024-11-14/una-investigacion-denuncia-que-el-10-de-las-latas-de-atun-en-europa-tienen-mas-mercurio-del-permitido.html
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