El año 2023 se posicionó como el segundo más violento para los defensores ambientales y del territorio, con 123 eventos de agresión registrados. Además, al menos 19 defensores fueron víctimas de desaparición. Uno de los lugares más afectados fue el "corredor minero" en las zonas montañosas de Jalisco y Michoacán, donde se ha instaurado una especie de "zona de silencio".
Las agresiones contra los defensores del medio ambiente y el territorio en México persisten sin cesar. Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en 2018, la situación no ha mejorado para quienes luchan por la protección de los recursos naturales. En total, al menos 102 activistas han sufrido agresiones letales desde 2019, y en 2023, 20 personas defensoras fueron asesinadas.
Estos datos provienen del informe más reciente sobre la situación de los defensores de los derechos humanos ambientales en México, elaborado anualmente por el Cemda. Según el documento, el año 2023 fue particularmente violento, con seis de cada diez defensores agredidos pertenecientes a comunidades indígenas.
El análisis del Cemda también destaca que las agresiones están estrechamente vinculadas a actividades como la minería y proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Por ejemplo, al menos 30 eventos de agresión estuvieron relacionados con la minería, y 12 ocurrieron en el contexto de la construcción del Tren Maya. La delincuencia organizada y los agentes gubernamentales fueron identificados como los principales perpetradores de estas agresiones.
El informe también revela que, en 2023, Michoacán fue el estado con el mayor número de asesinatos de defensores ambientales, seguido de Guerrero, Oaxaca y el Estado de México. Oaxaca, en particular, ha sido consistentemente uno de los estados más peligrosos para los defensores del medio ambiente en los últimos años.
Las comunidades indígenas siguen siendo las más afectadas, con el 57.7 % de los casos de agresión dirigidos hacia ellas. Los nahuas, los mayas de la Península de Yucatán y las comunidades tzeltales de Chiapas fueron algunas de las más afectadas.
En resumen, México continúa siendo uno de los países más peligrosos del mundo para los activistas ambientales, junto con Brasil y Colombia. La violencia y la impunidad siguen siendo desafíos significativos que el país debe abordar para garantizar un entorno seguro y propicio para quienes defienden el medio ambiente y el territorio.
Fuente: https://es.mongabay.com/2024/04/mexico-personas-defensoras-asesinadas-durante-2023/
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