lunes, 15 de mayo de 2023

El aumento de la contaminación del agua está generando una crisis global que pone en peligro la salud.

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Se encuentran diversos tipos de contaminantes, desde basura voluminosa hasta sustancias químicas microscópicas, que terminan en los ríos, arroyos, lagos, acuíferos y, en última instancia, en los océanos de nuestro planeta. Esta contaminación del agua, junto con la ineficiencia, la sequía y el aumento de la población, ha generado una crisis global de agua dulce que amenaza las fuentes de las que dependemos para nuestras necesidades diarias y el suministro de agua potable.

Se ha descubierto que un contaminante específico, los PFAS o poli y perfluoroalquilos, son más prevalentes en el agua potable de lo que se pensaba. Los PFAS se usan para hacer que los productos cotidianos sean resistentes a la humedad, al calor y a las manchas. Algunas de estas sustancias químicas son tan persistentes que se las llama "químicos eternos”.

La Agencia Espacial Europea presentó en 2023 un proyecto de monitoreo satelital del uso del agua en Europa, destacando que más del 70% del agua de superficie y subterránea se utiliza para la irrigación de campos. La preservación del suministro de agua es crucial debido a que, a pesar de que el 70% del planeta está cubierto de agua, solo el 2,5% es dulce, y solo el 1% del agua dulce es fácilmente accesible. La actividad humana, incluyendo la agricultura, está afectando cada vez más el equilibrio natural del ciclo del agua. En España, un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en 2023 encontró la presencia de 59 microcontaminantes orgánicos en el agua de 140 zonas de especial protección identificadas por la ONG BirdLife International. El CSIC señaló que la actividad agrícola y las zonas urbanizadas son las mayores fuentes de contaminación.

Incluso en las zonas más elevadas de la Tierra, el agua no está protegida de los efectos del cambio climático. Las cordilleras, que abarcan una cuarta parte de la superficie del planeta y son el hogar de millones de personas, siempre han presentado riesgos naturales. Sin embargo, el calentamiento global ha alterado fundamentalmente su composición, con temperaturas que han aumentado hasta un 50% más rápido que la media mundial. Incluso los alpinistas que hacen cumbre en el Himalaya ahora usan chaquetas más ligeras en lugar de trajes de expedición, un pequeño consuelo en medio de los peligros elevados. 

Los científicos, como Perry Bartlet del Instituto Federal de Investigación Forestal de la Nieve y del Paisaje (WSL) de Suiza, necesitan actualizar sus modelos de cálculo de riesgos para las catástrofes naturales en las montañas, ya que la escala de lo que se calcula ha cambiado significativamente y los eventos son mucho más grandes.

Causas de la contaminación del agua

La contaminación del agua tiene diversas fuentes posibles. Puede ingresar al agua directamente a través de vertidos legales o ilegales de fábricas, o de plantas de tratamiento de aguas residuales ineficaces. Los oleoductos con fugas o las operaciones de fracturación hidráulica también pueden afectar la calidad del agua. La contaminación del viento, las tormentas y la basura, especialmente los desechos plásticos, también pueden contaminar los cuerpos de agua.

Afortunadamente, gracias a décadas de regulación y acciones legales contra los grandes contaminadores, la principal causa de los problemas de calidad del agua en los EE. UU. es ahora la "contaminación de fuentes no puntuales", que se produce cuando los contaminantes se transportan a través del suelo por la lluvia o la nieve derretida. Este tipo de contaminación puede contener fertilizantes, pesticidas y herbicidas provenientes de granjas y hogares, así como petróleo y productos químicos tóxicos provenientes de carreteras e industrias, sedimentos, bacterias originarias del ganado, residuos de animales domésticos y otros contaminantes.

Por último, el agua potable también puede contaminarse a través de las tuberías si no se trata adecuadamente, tal como sucedió en el caso de la contaminación por plomo en Flint (Michigan, Estados Unidos) y otras ciudades. Asimismo, otro contaminante del agua potable, el arsénico, puede provenir tanto de depósitos naturales como de residuos industriales.

Problemas de la contaminación del agua

La contaminación del agua puede tener efectos perjudiciales en la salud humana, la fauna y el ecosistema. Los nutrientes en exceso, como el nitrógeno y el fósforo, que se vierten en las vías fluviales pueden provocar la proliferación de algas, lo que puede llevar a la creación de zonas muertas o áreas de bajo oxígeno donde la vida acuática no puede prosperar. Las floraciones de algas pueden causar problemas de salud y económicos, como erupciones y olores desagradables que ahuyentan a los turistas. La contaminación de nutrientes también puede ser perjudicial para los bebés, ya que puede interferir en su capacidad de suministrar oxígeno a los tejidos y provocar el "síndrome del bebé azul". 

Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 2000 millones de personas beben agua contaminada por heces que puede transmitir enfermedades peligrosas como el cólera y la fiebre tifoidea. La Unión Europea sufre la presión de la contaminación agrícola en el 38% de sus masas de agua, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.


Fuente: https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/contaminacion-del-agua


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