A menudo cuando hablamos de problemáticas medioambientales varios conceptos se entremezclan en nuestra cabeza sin saber demasiado bien si estos están relacionados entre sí o no. La contaminación antropogénica, el cambio climático o el agujero de la capa de ozono acostumbran a ser algunos de los temas de fácil confusión. Hoy intentaremos aportar un poco de luz sobre el último de estos: la capa de ozono.
Describimos la capa de ozono como una región de la estratosfera, a una distancia de entre 15 y 35 quilómetros de la superficie terrestre, donde encontramos una alta concentración de ozono (90 %). El ozono es un gas compuesto por tres moléculas de oxígeno cuya fórmula química es O3. El ozono difiere del oxígeno que respiramos en cuanto a su composición molecular, pues el oxígeno que respiramos está formado por la unión de dos átomos de oxígeno (O2).
La formación del ozono responde a una reacción fotoquímica cuyo equilibrio es muy frágil y puede provocar desordenes en la capa. Pese a esto, el ozono no se encuentra tan solo presente en la estratosfera, sino que también podemos encontrar un 10 % del mismo en niveles troposféricos donde este puede ser dañino por sus efectos oxidantes.
La capa de ozono actúa como un filtro a nivel global de los rayos ultravioleta C y gran parte de los B. Esta protección es importantísima puesto que lo rayos ultravioleta son un agente mutagénico, es decir, pueden generar mutaciones en las secuencias genéticas de los organismos.
Las consecuencias de dichas mutaciones pueden derivar en cánceres de piel, cataratas y problema inmunitarios en humanos. Pero no solo eso, sino que además se ha comprobado que también pueden ocasionar descensos en la producción vegetal, de plancton y pesquera, así como degradación de materiales como el plástico. También se ha observado que los rayos ultravioleta aumentan el llamado efecto smog en ciudades donde hay una gran emisión vehicular e industrial.
Los científicos descubrieron en los años 70 del siglo pasado que la capa de ozono se estaba agotando. Pese a que los niveles de ozono pueden variar de forma natural en función de la temperatura terrestre, erupciones volcánicas, etc. Este repentino agotamiento no parecía tener un origen de carácter natural.
La razón de dicho agotamiento estaba provocada por la emisión de hidrocarburos halogenados por parte de los humanos, principalmente CFCs y HCFCS, halones, tetracloruro de carbono y bromuro de metilo. Estas sustancias se conocen comúnmente como Sustancias que Agotan la Capa de Ozono (SAO).
Para poder proteger la capa de ozono en 1987 se estableció el Protocolo de Montreal por parte de las Naciones Unidas cuyo objetivo fue reducir la producción y consumo de sustancias que agotaran la capa de ozono. Actualmente 197 países y toda la Comunidad Europea forman parte de dicho tratado.
Fuente:
https://www.ecoticias.com/co2/210559/Todo-deberias-saber-sobre-capa-ozono
Describimos la capa de ozono como una región de la estratosfera, a una distancia de entre 15 y 35 quilómetros de la superficie terrestre, donde encontramos una alta concentración de ozono (90 %). El ozono es un gas compuesto por tres moléculas de oxígeno cuya fórmula química es O3. El ozono difiere del oxígeno que respiramos en cuanto a su composición molecular, pues el oxígeno que respiramos está formado por la unión de dos átomos de oxígeno (O2).
La formación del ozono responde a una reacción fotoquímica cuyo equilibrio es muy frágil y puede provocar desordenes en la capa. Pese a esto, el ozono no se encuentra tan solo presente en la estratosfera, sino que también podemos encontrar un 10 % del mismo en niveles troposféricos donde este puede ser dañino por sus efectos oxidantes.
La capa de ozono actúa como un filtro a nivel global de los rayos ultravioleta C y gran parte de los B. Esta protección es importantísima puesto que lo rayos ultravioleta son un agente mutagénico, es decir, pueden generar mutaciones en las secuencias genéticas de los organismos.
Las consecuencias de dichas mutaciones pueden derivar en cánceres de piel, cataratas y problema inmunitarios en humanos. Pero no solo eso, sino que además se ha comprobado que también pueden ocasionar descensos en la producción vegetal, de plancton y pesquera, así como degradación de materiales como el plástico. También se ha observado que los rayos ultravioleta aumentan el llamado efecto smog en ciudades donde hay una gran emisión vehicular e industrial.
Los científicos descubrieron en los años 70 del siglo pasado que la capa de ozono se estaba agotando. Pese a que los niveles de ozono pueden variar de forma natural en función de la temperatura terrestre, erupciones volcánicas, etc. Este repentino agotamiento no parecía tener un origen de carácter natural.
La razón de dicho agotamiento estaba provocada por la emisión de hidrocarburos halogenados por parte de los humanos, principalmente CFCs y HCFCS, halones, tetracloruro de carbono y bromuro de metilo. Estas sustancias se conocen comúnmente como Sustancias que Agotan la Capa de Ozono (SAO).
Para poder proteger la capa de ozono en 1987 se estableció el Protocolo de Montreal por parte de las Naciones Unidas cuyo objetivo fue reducir la producción y consumo de sustancias que agotaran la capa de ozono. Actualmente 197 países y toda la Comunidad Europea forman parte de dicho tratado.
Fuente:
https://www.ecoticias.com/co2/210559/Todo-deberias-saber-sobre-capa-ozono
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