Los inmovilizadores de plástico producidos a partir de residuos orgánicos pueden ser reacondicionados o compostados.
Fundada en 2015 en Rio Grande do Norte, Brasil, Fix it es una startup especializada en la impresión 3D de soluciones ortopédicas, neurológicas y reumatológicas de plástico termoformable y biodegradable. La idea es sustituir la escayola tradicional usada en las inmovilizaciones por una solución más sostenible y cómoda para los pacientes.
Cualquiera que se haya roto la muñeca, la mano o los dedos sabe lo incómodo que es tener que soportar días, semanas o incluso meses con una inmovilización. Las prótesis producidas por una impresora 3D se fabrican con plástico procedente de la caña de azúcar, la remolacha y el bagazo de maíz y pueden usarse en procedimientos de fractura y en la recuperación de casos posquirúrgicos.
Los inmovilizadores articulares están indicados para los miembros inferiores y superiores y tienen un diseño que facilita la inmovilización del paciente de forma rápida, además de reducir la producción de residuos hospitalarios. A diferencia del yeso, por ejemplo, que pica, se calienta, pesa y huele mal, las soluciones Fix it son higiénicas, resistentes e impermeables.
El producto, tras ser depositado correctamente en un contenedor de compostaje, se descompone en un año, convirtiéndose en abono. Tras el tratamiento, si lo desea, el paciente puede entregar la solución a una de las unidades Fix it, que se encargan de su correcta eliminación.
En abril de 2021, la startup alcanzó el hito de mil prótesis personalizadas impresas en Brasil y otros países de Sudamérica. El número de clientes atendidos superó los 4 mil, lo que supuso una reducción de 2,5 toneladas de yeso generadas.
Las prótesis duran hasta tres años y pueden remodelarse, por término medio, cuatro veces después de la primera aplicación, que dura, como máximo, cinco minutos. Es decir, la alternativa no es sólo para los pacientes, sino también para los profesionales que trabajan en clínicas y hospitales, ya que hace que la inmovilización sea más ágil y práctica.
Además, los inmovilizadores tienen un coste menor en algunos escenarios, como las radiografías, ya que son transparentes y no necesitan ser retirados, a diferencia del yeso que necesita una segunda aplicación.
El modelo de negocio de la empresa permite ofrecer un servicio personalizado. A partir de las placas base, producidas por la startup, los franquiciados pueden imprimir las soluciones en la impresora 3D según sus demandas.
Fuente:
https://ecoinventos.com/fix-it/
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